Tema 4 Temario bomberos La extinción de incendios

Tema extinción de incendios
Tema 4 bomberos. La extinción de incendios. Itinerario de bomberos en la extinción de incendios. Riesgo eléctrico bomberos.


LA EXTINCIÓN DE INCENDIOS

Temario bomberos Canarias



1. PRECAUCIONES DE BOMBEROS EN LA EXTINCIÓN DE INCENDIOS


1.1 La iluminación en la extinción de incendios

Se utilizan con preferencia lámparas eléctricas de seguridad, es decir, con interruptor y bombillas estancos, a fin de evitar la producción de chispas.

Está absolutamente prohibido valerse de otro género de iluminación en los locales donde son de temer las explosiones, y en particular, en los fuegos de sótanos. Como medida de prudencia, además, tales aparatos no deberán encenderse o apagarse más que fuera de los locales en los que se teme el riesgo de explosión.


1.2 La respiración y peligros de asfixia en la extinción de incendios

En ocasiones es preciso proteger rostro y manos contra el calor radiante y aplicar sobre la boca y nariz un pañuelo mojado que tiene la propiedad de filtrar el aire reteniendo el humo.

Hay que mantenerse lo más cerca posible del fuego ya que el humo y el calor son allí menos fuertes; el humo es más ligero que el aire, ocupa sobre todo la parte superior de los locales.

Cuando son de temer los peligros de asfixia, se utiliza un aparato respiratorio aislante y se ventila lo más rápidamente posible.


1.3 El itinerario de bomberos en la extinción de incendios

Para los componentes de un equipo de extinción el peligro más temible en el curso de la extinción es el de ser alcanzado por la caída de materiales (cristales, tejas, etc.); por ello siempre irán provistos del casco reglamentario.

En un piso que amenaza ruina se camina a lo largo de las paredes. En un techo, no se avanza sino después de haber probado, con el pie, la solidez del tejado. Prestaremos atención a las claraboyas que cuando están polvorientas adquieren el aspecto del cinc.


1.4 Precauciones con la electricidad en la extinción de incendios

No tocar ningún aparato o conductor eléctrico, ni tampoco los transformadores que puedan ser peligrosos.

Los trabajos de seccionamiento deben ser realizados por electricistas de las empresas o de las compañías eléctricas.


1.5 El problema del hielo en la extinción de incendios

Durante los grandes fríos, es preciso que el agua fluya casi constantemente de las lanzas para que no tenga tiempo de helarse en las mangueras. El agua chorreada forma rápidamente una capa helada, muy peligrosa para los que trabajan en la extinción.


2. MARCHA GENERAL DE BOMBEROS EN OPERACIONES


2.1 Reconocimiento del lugar al llegar al incendio

Consiste en explorar los lugares expuestos al incendio para:

• Efectuar con rapidez los salvamentos.
• Discernir los materiales que arden.
• Determinar los puntos de ataque, los itinerarios para llegar a tales puntos de ataque, los medios de extinción a utilizar, etc.
• Para aproximarse a los focos se utilizan las comunicaciones existentes (escaleras, pasillos); si son imprescindibles, se alcanzan las ventanas y los techos por medio de las escaleras.

Se deben elegir como puntos de ataque los lugares que ofrecen las siguientes características:

• Emplazamientos hacia los cuales la propagación del fuego es de temer o puede verificarse con mayor facilidad.
  • Desde los cuales la acción de las lanzas es más eficaz.
  • Donde el portador de las lanzas no está demasiado expuesto al calor o al humo.

• Dedicarse a conservar las piezas esenciales de la construcción y a proteger los locales vecinos al foco, las máquinas, mercancías y equipos de valor, los productos capaces de producir reacciones nocivas o peligrosas en contacto con el fuego o los agentes extintores.


2.2 El deber de salvamento del bombero

Es el deber primordial del bombero.

• Debe informarse desde su llegada acerca de los lugares donde hay personas en peligro.

• Si no consigue obtener ninguna información segura, explora los lugares donde se supone que pudiera haber personas en peligro.

• Cuando llega a una de ellas le ayuda a franquear los pasos difíciles animándola y sosteniéndola; si no ayuda por sí misma, la transporta de buen grado o a la fuerza.

• El salvador no debe exponerse más que cuando tiene plena confianza en sus propios medios, con el fin de no convertirse él mismo en una víctima.

• En ciertos casos particulares, en los que la seguridad del conjunto o una parte del edificio está gravemente amenazada, es conveniente proceder a la evacuación del personal.


2.3 Las instalaciones en un incendio

Las instalaciones o establecimientos de mangueras se realizan en conformidad con las reglas que les han indicado en las maniobras de equipo.

Tales instalaciones se eligen para poder abatir cuanto ante las llamas y permitir a los chorros de las lanzas llegar sobre el fuego.


2.4 El ataque en incendios

El ataque empieza cuando el agua o el producto exterior llega al foco. Todos los esfuerzos deben tender a aislar el fuego, con un número suficiente de extintores y/o lanzas.

Las grandes lanzas, de gran alcance, son muy eficaces en los fuegos de cierta violencia, pero pueden ocasionar daños. Por lo tanto es oportuno, siempre que sea posible, transformarlas en pequeñas, más manejables y que producen menos agua de chorreo si están dotadas de difusor.

Se ha dominado el fuego cuando éste, no haciendo ya ningún progreso, disminuye de intensidad. El fuego se considera como apagado cuando él y los focos principales están apagados y sólo los restos arden o carbonizan.


2.5 La protección en la extinción de incendios

La protección está destinada en todo lo posible a limitar los daños ocasionados por el agua, el fuego, el calor, humo. Para ser eficaz, se debe hacer lo más rápidamente posible.

Las operaciones de protección comprenden el reconocimiento de los lugares siniestrados y de los vecinos y la maniobra en sí.

Cuando las piezas, máquinas y locales a proteger se han determinado, es el momento de proceder, según los casos:

A la evacuación del agua.
Al secado.
Al traslado, siempre que esta operación no amenace con ocasionar más daños o de agravar los perjuicios.
A la aireación.
Eventualmente, al apuntalamiento.


2.6 Despeje y descombro en extinciones de incendios

El despeje, durante el ataque, tiene por objeto facilitar la extinción descubriendo las partes encendidas hasta entonces inaccesibles.

Apagado el fuego, tiene por objeto asegurarse de que los escombros no ocultan ningún foco de incendio y alejar de este modo todo peligro de reactivación del fuego.


2.7. La vigilancia del fuego

La vigilancia tiene por objeto impedir una reanudación del fuego, después de la marcha del grueso de nuestros efectivos. Para ello y sobre todo en un siniestro importante, en el que un riesgo de reanudación del fuego es siempre posible, dejaremos un retén con material listo para ser utilizado en las proximidades de los lugares afectados.

Aunque el peligro de reanudación haya desaparecido y por ello retiren a nuestros últimos efectivos, es aconsejable decir a los dirigentes de la empresa que mantengan alguna vigilancia sobre los rescoldos.