10. ACTUACION SANITARIA GENERAL EN TRAUMATISMOS Y FRACTURAS

Primeros auxilios en traumatismos y fracturas
Sumario: 1. Traumatismos cráneo-cerebrales. 2. Traumatismos torácicos. 3. Traumatismos abdominales. 4. Fracturas, luxaciones y esguinces: Tipos de fracturas. Normas particulares según zona lesionada. Fracturas en cara. Fracturas de columna. Fracturas de pelvis. Fracturas en miembros inferiores. Fracturas en miembros superiores. Fracturas abiertas.


PRIMEROS AUXILIOS EN TRAUMATISMOS Y FRATURAS

"Socorrismo y Primeros auxilios"


1. TRAUMATISMOS CRANEO-CEREBRALES

Este tipo de lesiones se pueden presentar en multitud de accidentes y son siempre muy peligrosas, por tanto la rápida y correcta actuación del socorrista en fundamental.

Por ello, la conducta general a seguir en este tipo de casos es la siguiente:
      1. Apreciar la consciencia del enfermo (hablándole y observándole sus constantes vitales), vómitos, lesiones, orificios naturales, etc.
      2. Si aparece el estado de coma (somnolencia al principio) o las pupilas son de dimensiones desiguales, el estado es MUY URGENTE y hay que evacuar rápidamente a un centro sanitario.
      3. Acostar a la víctima de lado o boca abajo (boca arriba con vigilancia).
      4. Proteger las heridas lo más simplemente posible.
      5. Llevarle rápidamente a un Servicio de neurocirugía para su reconocimiento.


2. TRAUMATISMOS TORACICOS

En estos traumatismos puede haber fractura de las costillas, cuyos extremos astillados pinchan el pulmón y el resto de los tejidos, por lo que con los movimientos respiratorios no solamente se produce un dolor muy intenso sino que también pueden lesionar los tejidos y agravar la lesión.

Por ello se debe inmovilizar el tórax con un vendaje fuerte o largas tiras de esparadrapo especial.

Otra característica de estas heridas o traumatismos es la existencia de un neumotórax (entrada de aire en la cavidad pleural), esta entrada puede ser a través del tejido pulmonar lesionado o bien directamente del exterior por una herida de la pared torácica (respiración por la herida).

• En el primer caso el bombero poco puede hacer; en el segundo caso, debe cerrar lo mejor posible la herida con gasas vaselinadasy esparadrapo para que no siga entrando el aire.

De todos modos en ambos casos deberá colocar a la víctima con el dorso más alto (semiincorporado) salvo que exista shock, si es necesario realizará respiración artificial utilizando solo el boca a boca, y lo trasladará urgentemente a un servicio especializado sanitario.


3. TRAUMATISMOS ABDOMINALES

Cuando nos encontramos con heridos que presentan traumatismos en el abdomen la conducta general a seguir es en primer lugar la de tumbarlo sobre su propia espalda y colocar las rodillas medio dobladas para ello nos podemos ayudar colocándole una manta enrollada bajo las rodillas o cualquier tipo de enser cómodo y se ajuste a dicha posición; además le mantendremos abrigado y vigilaremos constantemente el shock que pudiera aparecer.

En estos casos es urgente el traslado inmediato a un servicio hospitalario quirúrgico, para observar posibles lesiones internas no apreciables.

Si la herida es en el abdomen y existe una abertura en la cavidad, saliéndose de ella los intestinos, se debe hacer una simple cura cubriéndose con gasas, paños estériles o limpios, sin cerrarla y con ligera compresión de venda; nunca se debe introducir de nuevo los órganos que sobresalgan de dicha cavidad y no dar nada de alimentos, agua o medicamentos por vía bucal.

Se denomina abdomen agudo a un cuadro clínico que se presenta, en general, bruscamente y que se acompaña de un dolor muy intenso en distintas partes del vientre o abdomen.

Las causas pueden ser muy variadas como son la apendicitis, las perforaciones de estomago e intestinos, los cólicos hepáticos, etc. Sea cualquiera la causa del mismo, la conducta del bombero o socorrista debe ser siempre la prudencia, colocando al afectado en reposo absoluto en posición horizontal y plena vigilancia; por ello, también es absolutamente necesario el que no tome alimento, ni líquido o medicamento alguno, hasta que llegue el médico o se le transporte debidamente a una clínica.


4. LUXACIONES, ESGUINCES Y FRACTURAS

Se denomina luxaciónde una articulación a la lesión que se produce cuando los huesos que forman la misma se desplazan de su postura normal o correcta. El desplazamiento pudo ser momentáneo; es decir, que después del desplazamiento espontáneamente o por un movimiento cualquiera vuelven a su sitio. En ocasiones la luxación no se reduce espontáneamente y entonces hay una deformación permanente que exige la intervención del médico para el restablecimiento de la posición normal.

Se denomina esguince a la rotura o solución de continuidad de cualquiera de los ligamentos, también se considera que se produce un esguince, aunque de menor gravedad, cuando se produce una simple distensión o estiramiento de los ligamentos.

Se denomina fractura
a la rotura o solución de continuidad de cualquier hueso, es decir el hueso pierde su uniformidad normal. Las fracturas de los huesos en principio se pueden clasificar en cerradas (cuando al fracturarse un hueso no comunica con el exterior a través del propio tejido humano) y abiertas (cuando la fractura se comunica con el exterior, pudiendo incluso asomar los extremos fracturados de los huesos); sin embargo, dichas fracturas a su vez pueden ser de formas muy diversas, de acuerdo a ello tendremos:
      1. Incompletas o vulgarmente llamadas fisuras.
      2. Completas con o sin desviación.
      3. Única o múltiple de varios huesos.
      4. Articulares.
      5. Conminuta que es cuando se fracturan los huesos por varios sitios o lugares.
La conducta general a seguir por el bombero o socorrista en estos casos empieza por no desplazar a la víctima de un lugar a otro si no es estrictamente necesario por estar en peligro la vida del accidentado y el socorrista, ni tampoco mover las diferentes partes de su cuerpo o impedir el movimiento al herido.

Por ello, primeramente se realizará un reconocimiento general de la víctima observando cuidadosamente las deformaciones, las lesiones asociadas y otros síntomas (chasquido, dolor, tumefacción local, impotencia funcional, amoratamiento, hinchazón, etc.); en caso de que haya que desplazarlo se realizará la evacuación de una sola vez y sin cambiar de camilla, inmovilizando previamente y correctamente todas aquellas partes o miembros fracturados y llevándolo inmediatamente a un servicio clínico quirúrgico.

• Cuando hay que mover a una personacon posible fractura cervical, un socorrista se colocará a la cabeza del herido y tirará de la zona por el eje del cuerpo, manteniéndolo siempre en posición militar y extremando los mínimos movimientos que se deben realizar.

• Por otro lado, para realizar las inmovilizaciones de los miembros o partes corporales fracturadas se utilizarán los sistemas de inmovilización que dispongamos como las férulas o entablillados, los colchones de vacío, etc., o en el caso de no disponerse se improvisarán o construirán dichas férulas con tablillas enlazadas, ramas de arboles, mangos de instrumentos, o cualquier objeto cómodo que se ajuste al miembro que queremos inmovilizar, de forma que el conjunto formado sea lo suficientemente fuerte, sean lo necesariamente largas, de forma que el conjunto tenga mayor longitud que la comprendida entre las dos articulaciones que limitan la fractura, y se dispondrán de almohadillas, especialmente en los extremos.

Nunca deberemos intentar reducir la fractura y corregir la deformación que presente la parte o el miembro que se encuentre fracturado. Además las férulas se fijarán convenientemente por medio de numerosos lazos o ataduras y que no se colocarán en el ámbito de la fractura, y donde los nudos deberán estar apoyados sobre la propia férula. 

Hay que tener en cuenta que todas estas maniobras deberán realizarse sin mover el miembro que se encuentra lesionado, por lo cual la habilidad y práctica del socorrista es fundamental para no agravar las lesiones.

Siempre debemos prevenir el shock, por ello la vigilancia debe ser fundamental y se debe acostar o echar al herido siempre que se pueda en la postura seguridad o boca arriba en fracturas de columna con vigilancia permanente de respiración y que no se obstruya la boca, también taparlo con una manta o similar. Cuando lo traslademos al hospital debemos hacerlo siempre en posición de acostado y preferentemente en vehículo ambulancia.


5. OTRAS NORMAS PARTICULARES SEGUN ZONA LESIONADA

Junto a las normas generales anteriormente expuestas existen otras normas particulares que dependen de la parte que ha sufrido la lesión en sí, así tendremos:

5.1. Fracturas en cara

En este caso hay que trasladarlo urgentemente al hospital pues no se puede realizar grandes cosas y debido generalmente al dolor hay que prevenir el shock, salvo si es fractura del maxilar inferior el cual se puede inmovilizar improvisando un barboquejo.

5.2. Fracturas de columna

En estos tipos de fracturas hay que cuidar mucho que no se produzcan movimientos pues podríamos sesgarle la médula espinal o agravar si la misma ya está dañada, por ello cuando observamos a una víctima de este tipo debemos colocarle una férula collarín en la zona del cuello y colocarle un fernoquet antes de proceder a evacuarlo. Como ya comentamos en este tipo de lesiones es importante que un socorrista se coloque a la cabeza del herido y siempre tire de la zona por el eje del cuerpo, manteniéndolo siempre en posición militar y extremando los mínimos movimientos que se deben realizar para su traslado inmediato.

5.3. Fracturas de pelvis

En estos casos hay que proceder de forma similar a como sí se tratara de una fractura de columna, para aligerar la tensión de la zona también le doblaremos ligeramente las rodillas sobre cojines, asientos o alguna parte blanda.

5.4. Fracturas en miembros inferiores

Para los casos de fractura de los miembros inferiores se utilizarán dos férulas, una interna y otra externa de manera que si la fractura está situada en la pierna las dos férulas se extenderán como mínimo desde el pie hasta la mitad del muslo; en el caso de fractura del muslo la férula interna irá desde el pie hasta la entrepierna y la externa desde el propio pie hasta la cintura. 

Cuando se esté realizando la inmovilización se pasarán las ataduras o cuerdas por debajo del miembro, aprovechando los espacios libres, especialmente al nivel de los tobillos y la rodilla, separando a su vez la pierna sana para facilitar las maniobras. Se colocarán las férulas bien almohadilladas a ambos lados del miembro y las ataduras primeramente no se harán muy fuertes, pues en los extremos deberán dar una vuelta completa antes de ser apretadas para evitar el deslizamiento; se completará el almohadillado especialmente a nivel de los espacios que crea la deformación. También se quitará el calzado y con mucho cuidado se colocará el pie en ángulo recto con la pierna manteniendo la posición del mismo con un lazo en forma de ocho, que a su vez pase sobre las férulas. 

Una vez realizado esto se procede a fijar las ataduras de forma que los nudos se apoyen sobre la férula externa, dicha fijación será lo suficientemente fuerte para evitar desplazamientos pero no en exceso y, por tanto, no se denote el pie frío o amoratado; una vez inmovilizado se puede elevar el miembro y colocar un almohadillado posterior. 

Una correcta y buena inmovilización no debe permitir doblar la rodilla con fractura de pierna y no debe permitir sentarse con fractura de muslo. En los casos de aplastamiento de pie se desatará y aflojará el calzado, pero no se quitará y se procederá a almohadillar e inmovilizar el pie en la posición que presente.

5.5. Fracturas en miembros superiores

Para los casos de fractura de los miembros superiores la conducta que deberá seguirse en cada caso será: 

En la fractura de brazo el tórax, bien almohadillado, servirá de férula, fijación del miembro al cuerpo por medio de un cabestrillo y después fijar el miembro al tórax por medio de un vendaje; en la fractura de codo, se inmovilizará el codo en la posición que presenta, se fija el codo al cuerpo con un cabestrillo; 

En la fractura de antebrazo, se emplearán dos férulas: una externa, que se colocará desde el dorso de la mano hasta el codo, y otra interna, desde la palma de la mano hasta el pliegue del codo. Se cuidará que el lesionado pueda doblar los dedos, las férulas estarán bien almohadilladas y especialmente a nivel del pliegue del codo, una vez inmovilizado el antebrazo, se aplicará un cabestrillo; 

En el aplastamiento de una mano, envolver e inmovilizar la mano sobre una tabla o palmeta que sobrepase la muñeca, cabestrillo; En la fractura de dedo, inmovilización con una pequeña férula o tablilla, cabestrillo. 

Después de realizada una inmovilización de miembro superior se debe tener presente: que la mano no debe estar ni fría ni amoratada, mantener el miembro herido con un cabestrillo y con el codo en ángulo recto, si no está lesionado, en cuyo caso se respetará la posición que presente.

5.6. Fracturas abiertas

En esta clase de fracturas, la piel que cubre aquéllas está herida; herida que puede haber sido producida por el mismo objeto que fracturó el hueso o bien por el mismo hueso al desplazarse, que al fracturarse desde el interior rompe los músculos y la piel, pudiendo no asomar los fragmentos del mismo al exterior.

Es una complicación frecuente de los accidentes en la vía pública, y a veces tiene su origen en la falta de precaución al recoger a un herido o al trasladarlo sin haber practicado una correcta inmovilización de su fractura.

Una fractura abierta siempre está infectada y, por tanto, es siempre grave, por lo cual el herido está en peligro de padecer una infección local, infección generalizada, tétanos, etc. El socorrista tiene que tener presente que un herido que presente una fractura abierta es más urgente que aquel que posee una fractura cerrada del mismo tipo. Por ello ante una fractura abierta, el socorrista se limitará a colocar o poner sobre la herida un apósito estéril, sin tocarla ni aplicarle ningún producto medicamentoso ni aun antisépticos, inmovilizar seguidamente la fractura, cuidar el shock (cabeza baja, prevenir enfriamiento, etc.), y proceder al traslado urgente del herido a un hospital o servicio medico.

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