17. ATENCION A VICTIMAS CON PERDIDAS DE CONSCIENCIA

Víctimas de lipotimia, convulsiones, como o shock
Sumario: Víctimas con lipotimia o desmayo. Víctimas con coma. Víctimas con síncope. Víctimas con shock: Shock circulatorio; Shock traumático; Shock psíquico. Víctimas de accidentes cerebrales. Víctimas con convulsiones.


ESTADOS DE LIPOTIMIA, COMA, SINCOPE Y “SHOCK”

"Primeros auxilios y socorrismo para bomberos"


Cuando en cualquier víctima aparece o presenta algún tipo de traumatismo, lesión, o por cualquier circunstancia la misma tiene síntomas de la perdida de la consciencia deberemos observar a la víctima para reconocer alguno de los siguientes estados, y por tanto, poderla atender con la máxima urgencia y corrección:


Víctimas con lipotimia o desmayo

Corresponde al también llamado “mareo”, que se presenta, por ejemplo, en aquellas personas que permanecen en locales cerrados o están en alguna situación que no les es agradable, y se caracteriza por tener la cara pálida, tener la sensación de vértigo, náuseas, etc.

En general en estos casos se conservan, aunque muy debilitados, la respiración y el pulso cardiaco.

En estos casos el tratamiento general suele consistir en:
      1. Sacar a la persona del ambiente hostil, airearlos o abrir sus fosas de respiración.
      2. Cuando están conscientes darles un poco de agua y mojarles la nuca.

Víctimas con coma

Es cuando, por causa de alguna enfermedad o accidente grave, quedan abolidas o suprimidas la mayoría de las funciones psíquicas (pareciendo que están dormidos), pero sin embargo se conservan la respiración y la circulación sanguínea, pudiendo darse en este caso situaciones irreversibles o secuelas.

En estos casos urge el tratamiento médico, por lo cual hay que avisar a profesionales sanitarios o trasladarlo urgentemente a un centro sanitario para que le traten con todos los medios posibles.


Víctimas con síncope

Es cuando por cualquier causa se pierde bruscamente el conocimiento, como por ejemplo, tras recibir una descarga eléctrica.

Se paraliza unas veces la respiración, con color azulado de labios, FALTA DE OXIGENO (síncope respiratorio), y otras, con síntomas de gran palidez, desaparece el pulso por paralizarse el corazón, FALTA DE RIEGO Y CIRCULACION SANGUINEA (síncope cardíaco).

Generalmente se reconoce este estado porque el accidentado presenta los siguientes síntomas:
      1. No tiene heridas ni golpes.
      2. Respira con regularidad.
      3. El pulso, aunque es rápido (no se eleva a más de 110 pulsaciones), es fácilmente palpable y por tanto NO ES EXAGERADO.
      4. La cara tiene buen aspecto, aunque pálida.
      5. No tiene convulsiones.
      6. No padece enfermedades crónicas (consúltese a sus acompañantes.)

El tratamiento general
que hay que seguir en este tipo de casos es el siguiente:
      1. Acostarle de forma que la cabeza quede más baja que el cuerpo, a fin de favorecer la irrigación cerebral.
      2. Excitarle mediante cachetes en las mejillas, o bien dándole a oler amoníaco o cualquier otro olor fuerte y penetrante.
      3. Desabrochar la ropa (cinturón, corbata, y cuello, etc.) para que respire con facilidad. La pérdida del conocimiento puede ser debida a otras causas más graves, como son las intoxicaciones por gases (gases de cocina o ciudad, brasero, etc.), asfixias por inmersión, electrocuciones y también por traumatismo en la cabeza. En estos casos se actuará como se indica en los tratamientos correspondientes.

Víctimas con Shock

Es un estado de extremada gravedad y se puede presentar en los lesionados, traumatizados, quemados, etc.

Se caracterizan porque presentan la piel fría, un estado de semi-inconsciencia, el pulso blando y difícilmente perceptible. Es vital para su salud y vida el intentar sacarle de dicho estado; por tanto, el shock es un estado siempre grave que puede aparecer inmediatamente después de un accidente o bien tardíamente al poco tiempo de haberse producido y que si no se trata debidamente y sin pérdida de tiempo conduce con frecuencia a la muerte.

Sin embargo, existen casos, incluso de heridos muy graves, en que no se presenta el shock. 

Podemos distinguir varias clases de shock y clasificarlas como:

• “Shock” circulatorio, que normalmente se desencadena como consecuencia de una gran pérdida de sangre o cuando se produce un brusco descenso de la tensión arterial en el lesionado.

• “Shock” traumático, que es el desencadenado como consecuencia de grandes traumatismos, como pueden todas aquellas lesiones que en general, y que produzcan dolores muy intensos u otras lesiones como pueden ser:
  • Aplastamiento de miembros.
  • Grandes heridas con desgarro.
  • Fracturas múltiples o abiertas.
  • Fuertes compresiones de tórax.
  • Fuertes golpes en el abdomen.
  • Grandes quemaduras, etc.

• “Shock” psíquico, es el que se desencadena como consecuencia del gran pánico que padece el herido, debido a su excitación y desmoralización; todo ello incrementado por ver sufrir a otras personas.

Otras causas que influyen favoreciendo la aparición del shock son las enfermedades crónicas, el hambre, el frío, el cansancio físico y moral y, en general, todos los estados de debilitamiento.

Podemos decir que en general son más propensos al shock los ancianos y los niños. En los shockados siempre están combinadas en mayor o menor grado todas las causas anteriormente descritas. La anterior clasificación solamente sirve para determinar cuál es la causa que podemos considerar como principal del shock.

Podremos afirmar que un herido está shockado cuando tiene o presenta síntomas como piel pálida y fría, cara desencajada (sufrimiento), sudor frío, pulso muy rápido (por encima de las 110 pulsaciones) y muy blando; a veces no es o perceptible (exagerado y no perceptible casi), respiración superficial, amodorramiento, apatía y desinterés por cuanto le rodea, puede perder el sentido o no, etc.

En general el tratamiento para tratar de vencer el estado de shock, y sobre todo para no agravarlo, haremos lo siguiente:
      1. Tender al herido con la cabeza baja, reposo absoluto.
      2. Abrigarle con una o varias mantas para evitar que se enfríe; pero no ponerle nunca bolsas de agua caliente ni otros caloríferos si no se le vigila constantemente para evitar las quemaduras.
      3. Si no tiene perdido el conocimiento, ni tiene heridas de vientre, darle a beber agua con sal y bicarbonato (sal, una cucharadita de las de café; bicarbonato, media cucharadita por cada litro de agua), toda la cantidad que pueda tomar; también se le pueden dar pequeñas cantidades de infusiones calientes.
      4. Evitarle toda clase de emociones, ocultándole las malas noticias sobre sus familiares accidentados, animarle con palabras de consuelo y tranquilizarle, quitando importancia a lo sucedido, así como anunciarle la próxima llegada de toda clase de auxilios sanitarios.
El transporte de los shockados tiene que hacerse con rapidez y muchas precauciones. La rapidez del traslado a un Centro quirúrgico viene dada por la necesidad de hacerle abundantes transfusiones de sangre o plasma, a fin de restablecer el volumen e sangre circulante, así como tratar sus lesiones y restablecer el ritmo normal del corazón antes de que el shock se haga irreversible. Las precauciones son necesarias, a fin de no agravar el shock por nuevos sufrimientos (como por las fracturas no inmovilizadas, el aumento de las hemorragias, agravamiento de las heridas o quemaduras, etc.).


Víctimas de accidentes cerebrales

Se consideran como tales la brusca aparición de pérdida de conocimiento, con respiración estertorosa y, a veces, parálisis blanda de los miembros, torcedura de boca, etc., cuyas causas pueden ser varias, tales como hemorragias cerebrales, embolias cerebrales, etc.

La conducta del socorrista ante estos cuadros debe ser:
      1. Colocar al afectado en posición horizontal, facilitando así su respiración y manteniéndolo en reposo absoluto hasta la llegada del médico.
      2. O en el peor de los casos trasladarlo urgentemente en las mejores condiciones a un centro sanitario.

Víctimas con Convulsiones

Se denominan convulsiones a los movimientos espasmódicos y desordenados que sufren algunas personas, especialmente en miembros y cabeza, debidos a causas muy diversas: epilepsia, tétanos, meningitis, intoxicaciones, traumatismos cráneo-cerebrales, etc.

Nuestra conducta ante estos enfermos o lesionados es la de:
      1. Colocar al enfermo horizontalmente.
      2. Quitarle todas aquellas ropas que le compriman.
      3. Evitar sobre todo las mordeduras de lengua, para lo cual colocaremos entre sus dientes un corcho, un pañuelo, una cuchara, etc., cuidando que no se lo pueda tragar.
      4. Acompañar en todo momento al afectado hasta que llegue el médico.

Publicar un comentario

0 Comentarios