VENTILADORES GASOLINA VS ELECTRICOS DE BOMBEROS

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Ventajas y desventajas entre ventiladores térmicos y ventiladores eléctricos en la extinción de incendios. Generación de monóxido de carbono. Prolongadores de escape. Manguera de soplado. La dependencia del combustible en ventiladores térmicos. Comparación de caudales entre ventiladores térmicos y eléctricos. Dependencia de suministro eléctrico. Conclusiones.

Gasoline vs electric firefighting fans in firefighting. Generation of carbon monoxide. Exhaust extensions. Blow hose. The dependence on fuel in thermal fans. Comparison of flows between thermal and electric fans. Electricity supply unit. conclusions.


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Ventiladores de gasolina VS ventiladores eléctricos


Tradicionalmente los ventiladores de presión positiva que utilizamos en los incendios han sido mayoritariamente de motor de gasolina (térmicos). Pero en los últimos años hemos asistido a un avance considerable en cuanto a ventiladores eléctricos, y muchos servicios de bomberos del mundo ya disponen de estos equipos en sus dotaciones.

El debate que se ha generado sobre por cuál de ellos decidirse según las ventajas e inconvenientes de estos dos sistemas nos hace dudar sobre si es recomendable la sustitución de los ventiladores térmicos por otros eléctricos.


VENTAJAS E INCONVENIENTES SEGÚN EL TIPO DE VENTILADOR


Generación de monóxido de carbono

Uno de los inconvenientes de los ventiladores térmicos es la generación de monóxido de carbono, el cual va a contaminar tanto la estancia donde situemos el ventilador, como también el resto de la estructura.

Este inconveniente se suele solucionar instalando un prolongador de escape, pero muchas veces el emplazamiento del ventilador está lo suficientemente alejado de la salida como para que no sea factible su uso. Además, en la mayoría de servicios no se dispone de tal accesorio.

Prolongador de escape para ventilación en extinción de incendios
Prolongador de escape

También se puede solucionar colocando una “manguera de soplado”, que no es otra cosa que un tubo de plástico que canaliza el aire hacia la zona que nos interese, de forma que el ventilador quedaría fuera del recinto y sería este tubo el que conduciría el aire limpio hasta la zona de impulsión.

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Manguera de soplado


Los riesgos de este tipo de contaminación suelen ocurrir, sobre todo, tras la extinción, momento en el que solemos relajar las medidas de protección para recolocar los ventiladores en emplazamientos diversos que nos permitan evacuar los humos que han podido permanecer en garajes, zaguanes, sótanos, etc.

Tareas que, en muchas ocasiones, se suelen realizar sin ERA por parte de conductores, personal de refresco e incluso los propios bomberos una vez que se han desprovisto del peso del EPI de respiración y han repuesto fuerzas.


Dependencia de combustible en ventiladores térmicos

Otro inconveniente de estos dispositivos térmicos es la dependencia de combustible (gasolina) y de aire para realizar una correcta combustión.

Esto último resulta relevante, ya que si tratamos de llevar a cabo una ventilación “negativa”, ésta va a estar contraindicada si nuestro ventilador funciona a gasolina, ya que hemos de introducirlo en la zona inundada de humo para que lo impulse hacia el exterior mientras que abrimos una vía de aire limpio por el lado opuesto que permita renovar el aire de la estructura en la que estemos trabajando.

Lógicamente, en estas atmósferas deficientes en oxígeno el motor de combustión no funcionará correctamente o se detendrá.

Normalmente, para realizar esta ventilación negativa, se utiliza una “manguera de aspiración”, instalando el ventilador fuera de la estancia inundada de humo, pero también se están utilizando ventiladores eléctricos con mando a distancia, los cuales permiten una inmersión total de los mismos así como su accionamiento remoto.

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Manguera de aspiración en espacio confinado


Caudales

En cuanto a caudales, existen pocas diferencias entre los ventiladores térmicos y los eléctricos.

Si hacemos un intervalo entre los distintos modelos portátiles existentes actualmente, podemos decir que:

  • El caudal de aire libre de los ventiladores térmicos oscilan entre los 28.000 m3 /h y los 96.000 m3 /h.

  • Mientras que los ventiladores eléctricos se encuentran entre los 9.000 m3 /h y los 86.000 m3 /h.


Por tanto es posible encontrar ventiladores entre esos intervalos con casi los mismos caudales en ambas modalidades.

En cuanto al peso, para un mismo caudal los ventiladores eléctricos son algo más pesados debido al mayor peso del motor eléctrico.


Dependencia de suministro eléctrico

El mayor inconveniente de los ventiladores eléctricos de arranque directo (sin batería, es decir, con cable), lo encontramos en la dependencia de una instalación eléctrica, que muchas veces puede ser de una longitud considerable respecto a nuestro vehículo, lo cual va a limitar la libertad de posicionamiento en algunas ocasiones.

En este sentido, los ventiladores térmicos proporcionan una mayor libertad de movimiento.

No obstante, hemos de tener en cuenta que la alimentación eléctrica también puede provenir del propio edificio o lugar en el que nos encontremos trabajando, por lo que haremos bien en buscar puntos de suministro, o bien comunitarios o de algún particular que se preste a ello en caso de edificios de viviendas.

En el caso de suministrar corriente mediante un generador eléctrico:

  • Hemos de tener muy en cuenta la potencia que es capaz de proporcionar, ya que tiene que ser igual o superior a la de nuestro ventilador.


Dicha potencia oscila entre los 375 W y los 7,5 KW, con una media de 1,5 KW para los ventiladores eléctricos.

Se han introducido modelos eléctricos ATEX, con caudales que oscilan entre los 9.000 m3 /h y los 30.000 m3 /h al aire libre, lo que nos va a permitir su uso en atmósferas explosivas.

Este tipo de ventiladores se pueden utilizar para:
      1. Poner bajo presión una atmósfera peligrosa.
      2. Refrigerar máquinas y equipamientos en condiciones de riesgo de incendio.
      3. Evacuar humos tóxicos, gases explosivos, etc..
Este tipo de ventilador especialmente interesante para los servicios de bomberos ya que entre los ventiladores térmicos es más complicado realizar estas intervenciones.


Conclusiones

Como vemos, cada tipo de ventilador tiene sus ventajas e inconvenientes.

Dependerá del tipo de necesidades que tengamos en nuestra zona operativa, las dotaciones con las que contemos y los procedimientos de trabajo que sigamos en nuestros servicios los que nos dirán por cuál decidirnos finalmente.

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