10. INTEVENCION DE BOMBEROS CON SUICIDAS

Curso online emergencias bomberos, intervención con suicidas
Tema del curso disponible en formato pdf. Sumario: Cuestiones preliminares de intervención con suicidas. Factores de riesgo suicida. Recomendaciones generales para la intervención de bomberos con suicidas. Procedimiento de actuación con suicidas. Acercamiento al lugar. Primer contacto. Final de la actuación. Caso práctico de intervención.

Course topic available in pdf format. Summary: Preliminary issues of suicide intervention. Suicidal risk factors. General recommendations for the intervention of firefighters with suicides. Suicide action procedure. Approach to the place. First contact. End of performance. Practical case of intervention.


CURSO DE OPERACIONES EN EMERGENCIAS PARA BOMBEROS

La intervención de bomberos con suicidas



1. CUESTIONES PRELIMINARES DE INTERVENCIÓN CON SUICIDAS

El suicidio es tres veces superior en hombres (tasa del 12.6 por 100.000 habitantes) que en mujeres (el 3.9 por 100.000 habitantes).

En cuanto a la probabilidad de consumación suicida, podemos ver en el siguiente cuadro, que bajo ningún concepto implica que se cumpla siempre, simplemente nos servirá de orientación sobre lo más frecuente: (cuadro incluido en tema pdf).

Algunos de los factores de riesgo suicida:
      1. Depresión mayor.
      2. Alcoholismo.
      3. Historia de intentos y amenazas anteriores.
      4. Sexo masculino.
      5. Edad avanzada.
      6. Soltería o viudedad.
      7. Desempleado, jubilado o ausencia de cualificación laboral. Este factor afecta especialmente a los varones.
      8. Enfermedad aguda o crónica en los 6 últimos meses, con especial incidencia en enfermos con enfermedades incurables (sida, cáncer, etc…).
      9. Falta de apoyo familiar o social percibido.
      10. Mayor en el medio urbano que en el rural.

Existen distintos motivos por los que nos pueden requerir para la intervención con un suicida que amenaza con: precipitarse al vacío, incendiar o hacer explotar una vivienda.



2. RECOMENDACIONES GENERALES PARA LA INTERVENCIÓN CON SUICIDAS

Existen recomendaciones generales que es conveniente que tengamos aprendidas sobre situaciones relativas a emergencias con suicidas:


1. Si alguien dice que se va a suicidar es conveniente tomar esa amenaza como cierta o probable: es preferible pecar por exceso de celo que por defecto (siempre, incluso en casos de llamadas de atención por parte del suicida, está la posibilidad del desenlace fatal por un descuido o un accidente).


2. En el caso de suicidas con los que podamos hablar: quien debe hablar es el suicida, mientras está explicándose es menos probable que realice la conducta autolítica, además estaremos fomentando su ventilación emocional, en definitiva ganando tiempo para que el resto de efectivos puedan trabajar en minimizar las consecuencias de un intento de suicidio o de un suicidio consumado (desplegar lona, colchoneta inflable, evacuar un edificio, etc…).


3. Una técnica utilizada extensamente por profesionales de la terapia psicológica con el fin de fomentar que el sujeto hable: consiste en repetir en tono de pregunta (no es exactamente una pregunta, es como un eco que invita a seguir tirando del hilo de la narración del sujeto) la ultima parte de la frase dicha por el sujeto. Por ejemplo:

  • Suicida: “La vida es una mierda…, no tengo otra salida…, me van a echar del trabajo y todo por mi culpa…”
  • Negociador: “Por tu culpa...”

  • Suicida:“Si, porque si no hubiera consentido que me pusieran ese niñato para formarlo en mi puesto ahora no me vería en la calle, sin derecho a paro y desahuciado de la casa…”
  • Negociador: “y no tienes derecho a paro…”

  • Suicida: “No, resulta que el cab.. del jefe me tenía “enfilao” desde que tuvimos unos problemas con un cliente, la cosa se fue torciendo y ahora me veo así…”
  • Negociador: “Tuviste problemas con un cliente…”
  • Suicida: “Sí, pero resulta que (etc.…)”.


Como pueden ver el objetivo es que el sujeto hable, se desahogue, de forma que poco a poco consigamos que baje su nivel de ansiedad, obtengamos información valiosa de cuáles son los motivos por los que quiere acabar con todo, además de ganar tiempo.

  • 〃Como anécdota, en los cursos presenciales que se realizan, podemos tener hablando de cualquier cosa (ante una pregunta o comentario) más de diez minutos sin parar a un alumno que sin saberlo está sirviendo de ejemplo de cómo realizar la técnica al resto de compañeros.


4. No tener prisa, el tiempo juega a nuestro favor, cuanto más tiempo pase, más dura será su lucha interna en ambas direcciones: instinto de conservación y deseo de dejar de sufrir (física o psicológicamente). Debemos tener mucha paciencia, no presionar, no acelerar el diálogo, recuerde que el que más debe hablar es el suicida, nosotros lo justo para que siga hablando el sujeto.


5. Mantener una actitud de aceptación incondicional, de apoyo, modelando tranquilidad, si yo me muestro tranquilo, minimizaré la imagen de amenaza que pueda percibir el suicida en mí como alguien que viene a frustrar sus intenciones.


6. No discutir nunca con el suicida. El objetivo es reforzar los motivos y las ganas de vivir, no discutir si tiene o no motivo para morir (esto último reforzaría sus posibles sentimientos de sentirse incomprendido y sólo).


7. Dirigirnos al suicida por su nombre.


8. Identificarnos: Una buena forma es decir nuestro nombre para fomentar el diálogo. Recuerde que debe quitar dramatismo a la situación. No parece muy conveniente presentarnos al sujeto como el JEFE DE BOMBEROS DE XXXXX, o OFICIAL DE BOMBEROS de XXXXXX. Al sujeto puede no aportarle información pero si puede darle la idea de que “se ha formado una buena…”.


9. Preguntar el motivo con una actitud aceptante (recuerde, no discutir con el sujeto). Recuerde que las preguntas abiertas nos permitirán hacer hablar al sujeto.


10. Empatizar evitando juicios personales. Cuando nos referimos a empatizar, no quiere decir que nos sintamos como el suicida. Imagínese lo insufriblemente duro que puede ser una jornada laboral de un profesional de la salud mental si empatiza con todos sus pacientes sintiéndose como ellos. El concepto de empatía que proponemos aquí es más similar a lo que hace un maestro del ajedrez con su contrincante.

  • 〃El maestro en una partida intenta ver lo que tú ves, piensa como tú piensas y se pone en tu lugar para poder llevarte a su terreno, obviamente no necesita sentirse como tú te sientes, pero si puede comprender cómo te comportas, piensas y sientes.


11. Evitar aproximaciones violentas. Es más eficaz pedir permiso para aproximarnos con una excusa (por ejemplo un cigarrillo).

  • Como ejemplo: la situación de una psicóloga que con la excusa de darle un beso a un adolescente que amenazaba con precipitarse al vacío, consiguió acercarse lo suficiente para inmovilizarlo.


12. Si el sujeto pide algo, no precipitarnos en aceptar dárselo.

Por dos motivos:

a. Puedo empeorar la situación si lo que me pide es ver a una persona determinada que en el fondo le puede dar la excusa para consumar el acto suicida.

b. Estoy perdiendo la oportunidad de conseguir algún pequeño avance a cambio (siéntate en la ventana y descansa, pon el seguro a la botella de gas, etc.…).



3. PROCEDIMIENTOS DE ACTUACIÓN


3.1 ACERCAMIENTO AL LUGAR:

• Apagar señales luminosas y acústicas cuando estemos cerca del lugar.

Con esta medida ayudaremos en dos factores:
      1. Restaremos dramatismo a la situación (el suicida por lo general ya tiene un alto nivel de activación).
      2. Evitaremos un efecto de llamada a curiosos y espectadores.


• Evitar en lo posible la presencia de espectadores.

A veces un freno para desistir de una situación de intento de suicidio es la presión que puede percibir el sujeto de todo el “circo” que se ha podido montar alrededor de su intento suicida. En ese sentido, cuantos menos testigos haya, mucho mejor pronóstico.

Si el sujeto expresa su preocupación por ser reconocido y hacer el ridículo, le aseguraremos que saldrá con la cara tapada con una chaqueta y que hoy en día la gente no se acuerda de la última noticia más de dos horas.


• Recabar información personal del sujeto:

Antecedentes psiquiátricos, experiencias traumáticas recientes, etc.


3.2 PRIMER CONTACTO:

Si hay riesgo, no tratar de agarrar al suicida, podemos precipitar su decisión.


• Intentar establecer un diálogo con el sujeto.

A veces es muy complicado porque no quiere hablar con nadie.

Hay que entender cuál es la situación por la que pasa el sujeto (nos será de gran utilidad toda la información que tengamos de él o ella (ver cuadro).


• Le llamaremos por su nombre

Con una actitud comprensiva, abierta, de aceptación, en esta fase el objetivo es establecer la comunicación (hacer preguntas abiertas y reforzar cualquier atisbo de intento de respuesta por parte del sujeto (una mirada, un tartamudeo, un cambio de postura, nos indicará que nos escucha).

En diálogos con sujetos alterados emocionalmente se hace más relevante "el cómo que el qué" se habla, es mucho más importante el lenguaje no verbal (gestos, tono de voz, ritmo tranquilo, timbre agradable, preferiblemente grave porque suele alterar menos a las personas).

Es recomendable que el diálogo lo lleve una sola persona que pueda modular tranquilidad y haga que el sujeto pueda encontrar motivos para seguir vivo (recuerda la lucha entre el instinto de autoconservación y el suicidio como única y definitiva solución a sus problemas).

Si esa persona se encuentra en el diálogo en punto muerto es conveniente que sea sustituida por un compañero o compañera.

Una vez establecida la conexión con algún profesional, ese será el único interlocutor válido, por lo tanto, no lo dejará nunca. En cualquier caso no dejaremos al suicida solo.


• La conversación

Si conseguimos entablar conversación debemos evitar hacer una especie de “terapia de bolsillo” o “psicología barata” “que cure al sujeto”.

No debemos olvidar cual es nuestro objetivo: que el sujeto no se suicide, la terapia deberá ser algo necesariamente más largo y en otras circunstancias.

Por lo tanto no juzgue, acepte e intente establecer un diálogo positivo (recordar las cosas que le unen a la vida: religiosidad, hijos, familiares, ver el próximo evento importante para el sujeto, a veces la curiosidad de saber qué ocurrirá en el futuro con algo que nos gusta es suficiente motivo para seguir viviendo…).


CUIDADO con los motivos para vivir, pueden ser según el sujeto, los motivos por los que no quiere vivir (divorcio, perdida de contacto con hijos, fallecimiento de seres queridos, sentimientos de frustración e impotencia ante acontecimientos traumáticos vividos, etc…).

Ese es una de las razones por las que debemos informarnos lo más ampliamente posible sobre el sujeto.


CUIDADO con las aparentes situaciones de calma, en las que parece que el suicida va a cejar en su intento:

  • Puede aparecer el rapto suicida (de repente toma la decisión impulsivamente cuando ya parecía menos probable su ocurrencia).

  • A veces esta situación viene precedida de una recuperación de la conciencia que le recuerda por qué y para qué estaba ahí.

  • Prevenir esta situación es otro de los motivos por los que es sano que el sujeto hable, mientras habla, no actúa y le dejamos menos tiempo para retomar los pensamientos recurrentes que le han llevado a esa situación.


Hay ocasiones en las que la creatividad nos puede ayudar en una situación crítica:

  • “un bombero de Tenerife relataba cómo un compañero había hecho desistir a una mujer, que bajo los efectos del alcohol amenazaba con tirarse desde el balcón, ofreciéndose a bailar con ella, lo que le gustaba hacer a la presunta suicida”.


3.3 FINAL DE LA ACTUACION

Una vez resuelto el suceso, nunca dejar solo al sujeto.

Será acompañado al hospital donde será convenientemente atendido con los protocolos de urgencias psiquiátricas.


CUIDADO en el traslado con elementos que puedan servir de arma al sujeto (armas de fuego, bengalas, objetos cortantes, bombonas de oxígeno, jeringuillas, medicinas que puedan producir intoxicaciones letales, etc.…).


La actitud de los allegados del suicida

Por último, la actitud con los allegados del suicida (familiares, amigos, etc.…) será similar.

Suelen tener sentimientos de vergüenza, culpa que pueden acompañarse de conductas de ira, angustia y tristeza.

Será conveniente indicar a estos allegados la conveniencia de buscar ayuda psicológica para manejar todos esos sentimientos y en cualquier caso, mostrarles nuestra aceptación, respeto y comprensión con su situación.

Es conveniente recabar la siguiente información sobre el suicida objeto de la intervención:

• Nombre:
• Familia:
• Motivo (presunto) que le lleva al acto suicida:
• Si se encuentra bajo los efectos de alguna droga:
• Si sufre enfermedad mental o física:

En cuanto a la probabilidad de consumación suicida, proporcionamos el siguiente cuadro que bajo ningún concepto implica que se cumpla siempre, simplemente nos servirá de orientación sobre lo más frecuente: (cuadro incluido en formato pdf).

Factores de riesgo suicida:

- Depresión mayor
- Alcoholismo
- Historia de intentos y amenazas anteriores
- Sexo masculino
- Edad avanzada
- Soltería o viudedad
- Desempleado o ausencia de cualificación laboral
- Enfermedad aguda o crónica en los 6 últimos meses
- Falta de apoyo familiar o social percibido.


Caso práctico de intervención

Bombero del Ayuntamiento de Sevilla en 2021 que auxilió a un hombre que intentaba suicidarse desde una viga. Fernando, de 54 años, estaba fuera de servicio cuando se dio cuenta de que el hombre estaba en peligro y subió a ayudarle. CLIC EN IMAGEN
Intervención de bombero con suicida