4. ACTUACIONES PREVENTIVAS DE BOMBEROS CON APEOS Y APUNTALAMIENTOS

Actuaciones preventivas con apeos y apuntalamientos
Sumario: 1. Concepto de Apeo. Concepto de Apuntalamiento. 2. Sistemas de apuntalamiento: Apuntalamientos de madera. Apuntalamientos metálicos. Apuntalamientos con elementos tubulares.

Summary: 1. Concept of surveying. Shoring concept. 2. Shoring systems: Wooden shoring. Metallic props. Shoring with tubular elements.


APEOS Y SISTEMAS DE APUNTALAMIENTOS

"Edificación y construcción para bomberos"


1. CONCEPTO Y DIFERENCIA ENTRE APEO Y APUNTALAMIENTO

• APEAR es sostener provisionalmente con armazones de madera, metálicos, cerámicos, o mixtos, todo o parte de un edificio, construcción o terreno.

La utilización de los apuntalamientos estará motivada por una reparación, una demolición, una reforma, una excavación, una construcción, de nueva planta o cualquier tipo de siniestro o situación que lo aconseje; con lo cual el apuntalamiento, como elemento auxiliar, tiene vital importancia.

• APUNTALAMIENTO es la acción colocar puntales para sostener, con carácter de urgencia, provisionalmente el todo o parte de un edificio, construcción o terreno, para evitar su hundimiento, colapso o derrumbamiento.

Por ello, podemos decir que mientras el apuntalamiento tiene un marcado carácter de urgencia, el apear no lo tiene y forma normalmente parte de los diferentes procesos constructivos.

Sin embargo, el planteamiento del apeo o apuntalamiento dependerá en su mayor parte del tiempo durante el que tenga que ejercer su acción y de la importancia o el riesgo de la misma; es comprensible que la calidad y ordenación de un apeo o apuntalamiento en una mina en explotación se diferenciará enormemente del apeo o apuntalamiento de una viga en un edificio, que libre de riesgos, se va a demoler de inmediato, e incluso del apuntalamiento de emergencia realizado en el transcurso de cualquier siniestro que se nos presente.


2. SISTEMAS DE APUNTALAMIENTO

Tradicionalmente se ha venido utilizando la madera como único material en la realización de apuntalamientos, dado no sólo por la facilidad de su empleo, sino también por las posibilidades de adaptación que este material posee.

Sin embargo, la madera presenta cierto tipo de limitaciones, sobre todo en su altura, que sólo otro material como el acero, ya sea en perfiles o en elementos tubulares, puede salvar. Por ello, hoy en día el uso del acero se ha generalizado, no solo complementando a la madera, sino incluso sustituyéndola, gracias a su versatilidad, manejabilidad, economía, etc.

Como podemos ver, existen diferentes clases de apeos y apuntalamientos que nos podemos encontrar, los cuales principalmente son:


2.1. Apuntalamientos de madera

Su utilización es general para apuntalamientos de forjados, jácenas, recercados de huecos, cimbras para arcos y bóvedas, cubiertas y sujeción de muros de fachada con tornapuntas, con la única limitación de la altura, ya que una excesiva longitud unida a una pendiente elevada de la tornapunta, hace prácticamente ineficaz su utilización.

Todos los apuntalamientos realizados en madera, ya sean de disposición de pórticos, en cimbras o en tornapuntas, además de estar calculados para resistir las cargas que deben soportar, es necesario garantizar su estabilidad, disponiendo los arriostramientos necesarios.

El apuntalamiento en madera se realiza normalmente con:
      1. elementos de sección rectangular, tablones agrupados en dos y tres elementos debidamente embridados
      2. pudiendo utilizar también los postes o los rollizos con los cuales el agrupamiento es más complejo, ya que entonces deben zuncharse.

Deben disponer parejas de cuñas contrapuestas en los apoyos de los elementos verticales (postes, rollizos o virotillos) y sobre los horizontales (sopandas y durmientes), los cuales proporcionarán un acoplamiento plano y horizontal, y por tanto más estable.


2.2. Apuntalamientos metálicos

Cuando el apuntalamiento con madera no sea conveniente por razón de excesivas luces o alturas, cargas o incluso por razones económicas, se puede utilizar estructura metálica constituida por perfiles adosados e incluso pareados a ambos lados de la estructura dañada; en cualquier caso aún utilizando elementos metálicos se emplean sopandas y durmientes de madera que garantizan una distribución más uniforme de los esfuerzos, para evitar problemas de punzonamiento y cizallamiento, dadas las características del material empleado.

El empleo de perfiles metálicos, permite las uniones soldadas, por lo que desde el punto de vista estructural su estabilidad es mucho mayor que en el caso de la madera.

Normalmente estos perfiles están normalizados y pueden preparase en talleres o incluso en el lugar de la obra. Ni que decir tiene que tratándose de edificios de estructura metálica, el uso de apuntalamientos metálicos es el más idóneo toda vez que el comportamiento de ambas estructuras es idéntico, además de poder hacerlas solidarias, cosa que es imposible cuando los materiales son distintos.

Dentro de este grupo mencionaremos también los cables y redondos de acero, utilizados como tirantes, que por supuesto son insustituibles, ya que intercalando tensores, se puede calibrar el esfuerzo de tracción que se desee, aumentándolo o disminuyéndolo según convenga con el transcurso del tiempo y la situación.


2.3. Apuntalamientos con elementos tubulares

Aunque estos apuntalamientos también son metálicos, merecen una especial atención y por ello son tratados separadamente.

Dichos apuntalamientos constan generalmente de elementos tubulares metálicos que son unidos con bridas articuladas (Mecanos) o elementos extensibles que se unen y aprietan por medio de husillos (Puntales telescópicos).

Las estructuras tubulares de tipo Mecano, que inicialmente sólo se utilizaban como estructuras secundarias para andamiajes y torres auxiliares en la construcción por su rapidez de montaje, con la ventaja de la recuperación total de todos los elementos utilizados, hoy día se emplea y cada vez con más frecuencia, en apeos y apuntalamientos exteriores.

Es la solución más adecuada para el aseguramiento de fachadas, así como para acodalar entre sí muros de medianería, y para sostener éstas, ya que tanto las alturas y las distancias que se pueden alcanzar con este tipo de estructuras es considerable, con un peso propio relativamente bajo.

En el caso de que se trate de acodalamiento, deben disponerse husillos a fin de poner en carga la estructura, con las mismas ventajas ya señaladas al hablar de los tensores.

Por otra parte, el empleo de los Puntales telescópicos de los usados en construcción, en principio debe limitarse tan solo a la ejecución de apuntalamientos de urgencia por su rapidez de colocación, debiendo de ser sustituidos por otros más estables y definitivos.

La razón es que las cargas que debe soportar un apuntalamiento del tipo tratado, son generalmente superiores a las que normalmente soporta para sopandar forjados en construcción, que es para lo que están ideados. Su resistencia está limitada por la del pasador a cizallamiento, además de su gran esbeltez y poca estabilidad, y de las dificultades de arriostramiento por no poderlos disponer a distancias normalizadas como en el caso de una obra en construcción; por lo tanto no ofrecen una garantía a largo plazo.

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