EL RIESGO SISMICO EN LA PENINSULA IBERICA

El riesgo sísmico en la península ibérica

Los riesgos naturales. Terremotos

Riesgo sísmico en España


INTRODUCCIÓN AL RIESGO SÍSMICO Y RIESGO DE DESLIZAMIENTOS Y DESPRENDIMIENTOS

Los terremotos, por su carácter súbito, impredecible y destructor, son los fenómenos naturales más temidos, capaces de colapsar la economía de una nación durante años, y devastar extensas zonas de su territorio. Pueden dar lugar a cuantiosos daños en edificaciones, infraestructuras y otros bienes materiales, interrumpir gravemente el funcionamiento de servicios esenciales y ocasionar una gran cantidad de víctimas entre la población afectada.

A lo largo del siglo XX, la sismicidad en la Península Ibérica ha superado la magnitud 5,0 en contadas ocasiones, no pudiendo considerar esta sismicidad como alta. Si a este hecho le sumamos que, de media, se ha producido un gran terremoto destructor cada 100 años, y que han pasado más de 130 años desde el último terremoto catastrófico ocurrido en España (terremoto de Andalucía en 1884), se puede entender que, hasta hace poco, no hubiese una clara conciencia sísmica por parte de la sociedad en general, creándose un clima de cierta relajación respecto al riesgo, del que nos despertó el terremoto de Lorca, el 11 de mayo de 2011.

El sismo de Lorca, con una magnitud de 5,1 (Intensidad sísmica VIII en la European Macrosismic Scale, EMS-98), fue un terremoto importante, pero de un nivel intermedio, a pesar de sus graves consecuencias (24.000 viviendas dañadas, de las cuales 1.264 fueron demolidas, 440 millones de euros en indemnizaciones por seguros y 9 personas fallecidas).
Los terremetos en la península ibérica
Otro ejemplo reciente ha sido el terremoto de 5,4 grados en la escala de Richter en el Golfo de Cádiz, según ha informado el Instituto Geográfico Nacional (IGN). En concreto, el seísmo se produjo sobre las 22.20 horas, con latitud 35.9280, longitud -8.5681 y profundidad de 62 kilómetros, tal y como ha detallado el organismo, daños personales ni materiales.

En España existen fallas capaces de producir sismos de magnitudes superiores a 6,5 en la escala de Richter, por lo que es cuestión de tiempo el que se genere un nuevo terremoto catastrófico.

El riesgo sísmico se entiende como la probabilidad de que las consecuencias sociales y económicas producidas por un terremoto igualen o excedan valores predeterminados para una localización o área geográfica dada.


El riesgo sísmico puede considerarse el producto de 3 factores:

P. sísmica x Vulnerabilidad sísmica x Pérdidas, materiales y personales

Si no se dan los tres factores simultáneamente no existe riesgo, como por ejemplo si se produce un gran terremoto en el desierto, donde no hay edificios ni población, el coste socioeconómico será bajo, y el riesgo también. Si por el contrario un territorio con alta peligrosidad estuviese muy poblado, con muchos edificios e infraestructuras, sin medidas sismorresistentes, tanto la vulnerabilidad como las pérdidas serán elevadas, siendo el riesgo también muy alto.

Las medidas para reducir los daños derivados de un sismo son principalmente las siguientes:

• Normativas y Diseño Sismorresistente. Es una medida estructural que afecta directamente a la vulnerabilidad de edificios e infraestructuras. En España se aplican estas medidas desde 1974 con la Norma de Construcción Sismorresistente NCSE-74. La aplicada actualmente es la NCSR-02 Real Decreto 997/2002, de 27 de septiembre.

• Ordenación del Territorio. Es una medida no estructural, que consiste en destinar los terrenos con la peligrosidad sísmica más atenuada para los usos urbanísticos más sensibles y más vulnerables para personas y bienes (edificios residenciales, polígonos industriales, colegios, hospitales, parques de bomberos, etc.).

• Seguros. En la fase de vuelta a la normalidad de una emergencia sísmica, el aplicar una eficaz política de seguros resulta una estrategia vital para la rápida recuperación social y económica de una región afectada por un terremoto. En España, es el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) quien gestiona el pago de indemnizaciones ante desastres naturales.

• Planes de Emergencia frente al riesgo sísmico. En 2010 se aprobó el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo sísmico (BOE 09/04/2010), que organiza los recursos y servicios del Estado ante situaciones de emergencia por terremoto en las que esté presente el interés nacional, así como los mecanismos de apoyo a los Planes de Comunidad Autónoma, en el supuesto de que éstos lo requieran o no dispongan de capacidad suficiente de respuesta.

Entre 2003 y 2011 se realizaron los Planes Especiales frente al riesgo sísmico de las 11 comunidades autónomas que tenían la obligación de confeccionarlos.


DISTRIBUCIÓN DE LOS TERREMOTOS EN ESPAÑA

España está situada en una zona de actividad sísmica moderada. No obstante en el pasado, determinadas áreas del territorio español se han visto afectadas por terremotos de considerable intensidad.

La sismicidad histórica en España está recogida en el catálogo sísmico del Instituto Geográfico Nacional (IGN). El primer sismo recogido en este catálogo tuvo lugar en Olot (Girona), en el año 880 a.c., pero hasta el año 1350 era muy difícil caracterizar un terremoto, debido a la escasa información documental existente. A partir de esta fecha se considera que los grandes terremotos están suficientemente documentados. Según el catálogo del IGN, cada 100 ó 150 años se produce un terremoto destructivo en España, con una intensidad de IX o más.

Las placas de Eurasia y África se están aproximando desde la Era Terciaria, produciendo el choque entre ambos continentes. De este choque surgieron los Pirineos y las Cordilleras Béticas. Debido a esta compresión hay fallas activas, que se concentran donde la deformación Terciaria fue mayor, y en las proximidades con el límite con la placa africana (Andalucía, Murcia y la Comunitat Valenciana, con un foco secundario en los Pirineos). La velocidad actual de aproximación de ambas placas es de 5 mm/año.

En España las zonas en las que existe una mayor peligrosidad sísmica comprende la franja situada entre el sur de la Comunidad Valenciana hasta el interior de la provincia de Málaga, siendo más elevado en las provincias de Granada y en el entorno de Murcia/Vega Baja (Alicante). Le siguen los Pirineos y el resto de Cataluña y, en menor medida, las islas occidentales de Canarias, el resto de Andalucía, Galicia, sur de Extremadura y la Ibérica riojana.

 Consulta los temas relacionados disponibles de“Riesgos-naturales” 

Publicar un comentario

0 Comentarios