Seguridad personal del bombero y protección ante peligros en intervenciones

Seguridad personal del bombero

LA SEGURIDAD EN INTERVENCIONES DE BOMBEROS

1. Protección contra la radiación térmica.
2. Protección contra la falta de oxígeno.
3. Peligro de explosión.
4. Peligro por derrumbamiento.
5. Peligros de la electricidad.
6. Peligros químicos.
7. Peligro de llamaradas.

Protección del bombero ante peligros concretos en las actuaciones

La seguridad no se debe supeditar únicamente al empleo de ciertas técnicas, medios y equipos.

La protección depende principalmente de la actitud del Bombero, incluso en los más pequeños detalles.


Antes de comenzar el servicio

Antes de ponerse el uniforme para comenzar el servicio, hay que hacer una correcta elección de las prendas interiores.

El uso de ropa interior confeccionada con fibras de alta capacidad absorbente, como el algodón, empapará el sudor permitiendo así a nuestro organismo una adecuada refrigeración.

El uso de calcetines del tamaño correcto bien ajustados impedirán la creación de rozaduras en los pies, evitando que se erosione la piel y por lo tanto la entrada de gérmenes.

Limitar el uso de elementos ornamentales

Hay que limitar al máximo la utilización de elementos ornamentales tales como anillos, sortijas, pulseras, etc., que pueden producir enganches en objetos y producir retrasos en la aplicación de los medios terapéuticos adecuados, al tener que cortarlos o extraerlos en el supuesto de alguna lesión.

Falta de descanso y preocupaciones

La falta de descanso, sueño, preocupaciones, etc., disminuye sensiblemente nuestra capacidad de raciocinio y reacción, restando efectividad en nuestras acciones e incrementando la posibilidad de sufrir un accidente.

Alimentación equilibrada

Una alimentación equilibrada en cantidad y calidad nos permitirá estar con todas las reservas energéticas en un nivel adecuado. Una cantidad adecuada, nunca excesiva, de comidas equilibradas ya que vamos a tener mucho desgaste, nos permite estar en óptimas condiciones, además de evitar la somnolencia y pesadez.

Uso adecuado del equipo personal

La utilización adecuada del equipo personal en cada momento, que deberá haber sido mantenido y comprobado concienzudamente, nos permitirá mantener un nivel de seguridad idóneo.

Hay que recordar que el empleo de equipos de seguridad no implica la seguridad del Bombero, si no se realiza entrenamientos, comprobaciones y verificaciones sistemáticas de dicho equipo.


1. Protección contra la radiación térmica

La principal protección la constituye el equipo personal, que siempre debe utilizarse completo. Las cálidas condiciones meteorológicas de algunas zonas no justifican prescindir de ninguna prenda.

La cara se puede proteger, provisionalmente, con la pantalla del casco, una vez conocida la ubicación y características del incendio.

Una cortina de agua pulverizada también protege contra la radiación del calor, el humo y el polvo.

Existe el peligro de quemaduras por vapor de agua, al emplear el agua pulverizada en recintos cerrados, especialmente en aquellos incendios en los que se produzca mucho brasa.

Las manoplas no deben mojarse nunca, pues el agua se evapora por efecto de la radiación térmica, y puede producir quemaduras en las manos.

Los trajes antitérmicos presentan un peligro para el portador al confiarse demasiado en su protección.

Deben utilizarse siguiendo escrupulosamente las instrucciones del fabricante, en cuanto a distancia al foco calorífico, tiempo de permanencia, no debiendo modificar en ninguna medida su constitución.


2. Protección contra la falta de oxígeno

Si existe la más mínima duda de que el aire no sea respirable por causa de la existencia de humo, gases, vapores, polvo o falta de oxígeno, se debe actuar con equipos de protección respiratoria completos, vigilando la reserva de aire.

Conviene recordar que los filtros no facilitan oxígeno, simplemente filtran el aire que aporta el oxígeno que se halla presente. Siempre que sea posible, se debe ventilar el local en el que se desarrolla el incendio.


3. Peligro de explosión

Si se presume que puede existir riesgo de explosión, no se deben accionar interruptores eléctricos de ningún tipo.

Instalaciones de gas

En el caso de existir instalación de gas en todas las plantas de un edificio incendiado, como medida de protección se debe cerrar la válvula de la acometida principal. Una vez finalizado el siniestro, antes de abrirla hay que comprobar que se encuentran cerradas todas las llaves de servicio de los diferentes aparatos ubicados en las viviendas por el peligro de fugas y posibles explosiones.

No utilizar herramientas que produzcan chispas, ni calzado con clavos.

Recipientes a presión

Para evitar la explosión de recipientes a presión por efecto del calor del incendio hay que sacarlos fuera del área de peligro. Si esto no es posible, se refrigeran desde un lugar seguro, en tanto no se hayan recalentado peligrosamente.

Es peligroso refrigerar botellas de gases bajo presión que se encuentren recalentadas en exceso. Durante el calentamiento pueden haberse producido tensiones en la estructura del recipiente por efecto del calor, a las que se sumarán las que puedan originarse en el enfriamiento, generándose un peligro de fragmentación.

En todo caso, si es imprescindible esta intervención, se debe realizar desde un lugar seguro.
- En ningún caso directamente con agua a chorro, sino con agua pulverizada y con mucha precaución.
- Con las botellas de acetileno hay que actuar con precauciones especiales.

Al calentarse bidones y otros recipientes de líquidos combustibles existe la posibilidad de su rotura seguida de la inflamación violenta de los vapores en ellos contenidos.

Los recipientes “vacíos” y a “media carga” pueden ser más peligrosos que los llenos, al poder producirse explosiones de la mezcla gas-aire que existe en su interior.

Hay que refrigerar con agua pulverizada durante todo el tiempo que persista el peligro de propagación del incendio.


4. Peligro por derrumbamiento

Como consecuencia del calor generado con un incendio puede producirse la destrucción o fragmentación de elementos portantes de la estructura de un edificio, originándose el hundimiento parcial o total del mismo.

La disminución de la capacidad de carga de elementos de construcción por efecto del calor puede ser muy alta.

  • Por ejemplo, el acero a 500ºC mantiene aproximadamente el 50% de su capacidad de carga normal, mientras que a 600ºC ese valor es aproximadamente el 30%.

Dilatación de elementos portantes

La dilatación de los elementos portantes también debe ser tenida en cuenta.

  • Una viga de acero sin proteger, de 10 m de largo se dilata a 500ºC aproximadamente 7 cm.

  • A 600ºC la dilatación alcanza 8.5 cm, mientras que a 700ºC el valor alcanzado es aproximadamente de 10.5 cm, lo que origina un empuje contra sus apoyos, desplazamientos en estructuras y cerramientos y su caída.

Deformación de elementos portantes

Otra circunstancia a considerar es la deformación que sufren los elementos portantes. Por ejemplo, la flexión de pilares de acero sin proteger.

Asimismo, deberá tenerse en cuenta la fragmentación originada por las tensiones térmicas al no calentarse por igual toda la pieza o al producirse un enfriamiento no uniforme de la misma. Esta posibilidad puede producirse tanto en el hierro fundido como en la piedra caliza, y en las fábricas de ladrillos por desecación de los morteros.

Capacidad de carga de elementos portantes

Los efectos de una explosión, detonación o fragmentación de recipientes sobre la estructura pueden mermar la capacidad de carga de los elementos portantes afectados.

El aumento de peso de los materiales empleados en la construcción, el hinchado del material almacenado por absorción del agua vertida en la extinción y la sobrecarga por restos caídos de plantas superiores son otros factores que deberán ser tenidos en consideración.

La intervención ante el peligro de derrumbamiento

Se mantendrán los trabajos de extinción dentro del área de peligro de derrumbamiento únicamente en los casos de salvamento de vidas humanas, creando puestos de vigilancia en lugares clave para el control de los movimientos de la estructura, asignando señales de alarma.

Se reducirán las dotaciones en el área de peligro al mínimo imprescindible.

En casos excepcionales y para evitar la propagación del incendio se actuará en los límites de estas zonas, buscando un lugar seguro de la estructura.

Durante la noche, se instalarán equipos de iluminación suficientes, a ser posible por encima de las áreas de trabajo para evitar el deslumbramiento y posible caída de los actuantes.

En general, en las intervenciones con riesgos de derrumbamiento se acordonará la zona de peligro en una longitud equivalente a una vez y media la de la altura del edificio que amenace el derrumbamiento.


5. Peligros de la electricidad

Nunca se debe proyectar agua sobre equipos bajo tensión eléctrica.

En instalaciones de baja tensión, evitar todo contacto, directo o indirecto, con las instalaciones no aisladas que se encuentren bajo tensión.

En todos los casos en los que no haya garantía absoluta o donde pueda existir la posibilidad de contacto involuntario, en especial con el chorro de agua, un experto debe desconectar la instalación. Donde no haya posibilidad de ello, acordonar la zona de posible contacto.

  • En toda instalación de alta tensión rige el lema “fuera las manos”.

La distancia mínima de la lanza (no del chorro) al punto de tensión eléctrica será función de la tensión existente. La desconexión eléctrica sólo la efectuará el técnico o representante de la compañía eléctrica. Donde no sea posible hacerlo, dejar los trabajos de extinción dentro del área de peligro y acordonarla.

Los trabajos de extinción en instalaciones eléctricas propiamente dichas, sólo se realizarán con medios de extinción adecuados y, si son instalaciones de alta tensión, únicamente después de realizarse la desconexión y puesta a tierra de los elementos por el representante de la compañía eléctrica.


6. Peligros químicos

Al encontrarse con sustancias químicas en incendios de droguerías, farmacias, almacenes, fábricas de productos químicos, consultar inmediatamente con el técnico correspondiente de la planta.

Al romperse o estallar los recipientes pueden producirse reacciones térmicas, efectos corrosivos y generación de gases tóxicos al liberarse o mezclarse las sustancias químicas por efecto de la aportación de aire por contacto con el agua.

En este tipo de incendios siempre se deben utilizar equipos de protección respiratoria y, si las circunstancias lo requieren, trajes de protección química.


7. Peligro de llamaradas

Al abrir locales incendiados, en el caso de combustiones incompletas, se produce una aportación de oxígeno con gran peligro de producción de llamaradas. Éstas salen generalmente por la parte superior de la abertura, por lo que los actuantes deben ponerse a cubierto agachados detrás del paramento en el lado de la cerradura de la puerta si ésta se abre hacia afuera.

Si la puerta abre hacia dentro, golpearla con la herramienta hasta forzar la cerradura. La cobertura se realiza con los bomberos intervinientes agachados en el lado de las bisagras.


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