LA EXPOSICION DE BOMBEROS A SUSTANCIAS CANCERIGENAS

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EXPOSICIÓN A SUSTANCIAS CANCERÍGENAS EN BOMBEROS

GUIAS SALUD EN BOMBEROS


Las bomberas y los bomberos son un colectivo que, por su actividad, debemos situarlos en actuaciones que comportan en muchos casos situaciones de riesgo extremo.

Estas intervenciones están relacionadas casi siempre con salvar vidas humanas o evitar daños a la salud. Al mismo tiempo, requieren gran rapidez, pues el tiempo empleado es de vital importancia para el éxito de su trabajo.

Los bomberos son un colectivo clave a la hora de evitar daños a otras personas y minimizar la pérdida de bienes materiales.

No hay medio natural o físico al que no se tengan que enfrentar, trabajos en altura, bajo las aguas, con fuego, etc., comportan escenarios difíciles en los que planificar con tiempo sus actuaciones, por lo que se enfrentan a situaciones de riesgo poco controladas.

Es en esos momentos cuando se ponen en marcha todos los mecanismos preventivos para realizar con éxito su trabajo: su formación, sus equipos colectivos y sus EPIs.

No puede haber falta de medios y de conocimientos cuando se trata de salvar a personas y, por supuesto, quien realiza dicho trabajo no debe carecer de medios, o que éstos sean precarios, que no garanticen su seguridad cuando la misma es clave para realizar un buen trabajo.

  • Cuando terminan sus intervenciones también debe continuar la necesaria planificación de la prevención.

No todo se acaba cuando finaliza un rescate de un accidente de tráfico o se apaga un incendio en una nave industrial o vivienda de los cuales se desconoce los materiales que se han vertido o volatilizado.

Los líquidos y gases que impregnan sus ropas y equipos de trabajo con partículas pueden ser cancerígenos. Cuando las/os bomberas/os realizan su trabajo, están expuestos a productos cancerígenos.

Para evitar daños a la salud se debe hacer una planificación total de la prevención y evaluación de estos riesgos.

En los incendios, sean en el exterior o dentro de un edificio, se generan productos de la combustión asfixiantes, irritantes, tóxicos, carcinógenos y mutagénicos.

  • La evidencia científica del daño para la salud de las bomberas y bomberos de estos productos es enorme, pero recientemente se ha prestado atención en la absorción dérmica, y no sólo en el riesgo por inhalación de humo de los incendios.

En general, los contaminantes se encuentran en los incendios a los que acudimos y es en estas intervenciones, donde esos contaminantes quedan impregnados en nuestros equipos, trajes de fuego, Equipos de Protección Individual (EPIs), vehículos, etc., trasladándose posteriormente al parque, quedando todo contaminado y formándose un círculo de contaminación.

Debemos centrar nuestra atención en cortar esta cadena de contaminación.
      1. Evitar la contaminación.
      2. Si no es posible evitarla, adoptar medidas para reducirla al mínimo que técnicamente sea posible.
      3. Evitar la transferencia de estos contaminantes a equipos, EPIs , etc. que no estaban contaminados.

Esta guía tiene como objetivo fundamental informar para:
      1. Dar a conocer la importancia del riesgo existente y sensibilizar, en primer lugar, a las bomberas y bomberos sobre el problema del cáncer en nuestra profesión.
      2. Que el resto de la población tome conciencia sobre el problema, en particular nuestros empleadores y las Administraciones Públicas en general.
      3. Proteger la salud de todas/os las/os componentes del cuerpo de bomberas/os, que puedan verse afectados por sustancias carcinógenas y mutágenas presentes en muchas de las actividades desarrolladas en el trabajo.
      4. Establecer una vigilancia de la salud adecuada, incluso más allá de su jubilación.

Evitar que existan cancerígenos en los parques de bomberos y su propagación ambiental es imprescindible para proteger la salud de las trabajadoras/es, pero también para impedir que terceras personas se vean afectadas por estas sustancias. Por ejemplo:

  • Personas que visitan los parques de bomberos (colegios, empresas de suministros y servicios, políticos, etc.).

  • Personas que puedan exponerse al contaminante, por contaminación de las aguas, del aire o de productos que consumimos.

  • Nuestras propias familias a través de la ropa de trabajo contaminada.



¿QUÉ ES EL CÁNCER?


El cáncer no es una única enfermedad. Puede originarse en cualquier parte del cuerpo.

El cáncer comienza cuando las células crecen descontroladamente y acaban desplazando a las células normales, lo que provoca fallos de funcionamiento en el área del cuerpo en la que comenzó el cáncer.

La mayoría de los cánceres forman una masa, llamada normalmente tumor, pero no todas las masas son cancerosas. Existen tumores benignos que crecen sólo en el lugar donde comenzaron, y tumores malignos (o cancerosos) que crecen sin control, destruyendo el tejido que les rodea y después propagándose a distancia, invadiendo otros tejidos y órganos (metástasis).

Cuando los tumores afectan o invaden órganos como pulmones, hígado o cerebro, el daño y la pérdida de la función del órgano puede llevar a la muerte.


¿Cuáles son sus causas del cáncer?

La causa del cáncer es multifactorial, lo que significa que muchos factores están involucrados en su aparición:
  • genéticos
  • socioeconómicos
  • ambientales
  • laborales

Si relacionamos el cáncer con la exposición laboral, podemos decir que cáncer laboral son todos los tumores malignos provocados por la exposición a cancerígenos en el trabajo.


¿Cuáles son los cancerígenos laborales?

Los cancerígenos laborales son cualquier tipo de agente presente en el ambiente de trabajo, que puede provocar cáncer en las personas que están en contacto con él.

Los cancerígenos laborales que nos encontramos pueden ser:
  • agentes físicos (radiaciones ionizantes, radiaciones ultravioletas).
  • agentes químicos (amianto, benceno…).
  • agentes biológicos (virus de la hepatitis B)
  • agentes derivados de la organización del trabajo: trabajos a turnos.


Vías de entrada

Las vías por las cuales los agentes cancerígenos pueden entrar en nuestro organismo son:
  • por inhalación: respirar gases, vapores, humos, polvo y nieblas.
  • por ingestión: comer, fumar o beber en el trabajo.
  • por contacto o absorción través de la piel.
  • parenteral: a través de pinchazos, corte…


¿Hay exposiciones seguras?

No se puede fijar un valor límite de exposición que sea seguro, ya que no se identifican niveles de exposición por debajo de los cuales no exista riesgo.

La única exposición segura es “cero”


¿Cómo garantizar la prevención?

La medida de prevención más eficaz es la eliminación del riesgo.

No es admisible utilizar los valores límite como criterio de prevención sino que se debe hacer todo lo posible por evitar cualquier exposición o conseguir que ésta sea lo más baja posible.


¿Cuánto tarda en producirse un cáncer?

Entre la primera exposición a un cancerígeno y la aparición de signos o síntomas de cáncer pueden pasar años o decenas de años, tantos que muchas veces el cáncer se detecta cuando el trabajador ya no está expuesto o incluso cuando ya se ha jubilado.

El tiempo que media entre la exposición y la aparición del cáncer se denomina “período de latencia”.



CANCERÍGENOS EN BOMBEROS


La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud, estudió en 2007 las exposiciones laborales de los bomberos y decidió incluirlas en su listado de agentes cancerígenos dentro de la categoría 2B (posible carcinógeno para humanos).

La IARC selecciona los agentes para evaluar si existen evidencias de que hay humanos expuestos, y si hay sospecha de que dicha exposición puede causar cáncer.

Las evidencias que se utilizan en las monografías de la IARC proceden de datos sobre exposición, datos epidemiológicos, experimentos en animales y datos adicionales sobre absorción, metabolismo, mutagenicidad, citotoxicología y otros.

  • GRUPO 1. El agente (mezcla, actividad laboral) es cancerígeno para los humanos.
  • GRUPO 2A.El agente (mezcla, actividad laboral) es probablemente cancerígeno para los humanos.
  • GRUPO 2B.El agente (mezcla, actividad laboral) es posiblemente cancerígeno para los humanos.
  • GRUPO 3. El agente (mezcla, actividad laboral) no es clasificable como cancerígeno para los humanos.
  • GRUPO 4. El agente (mezcla, actividad laboral) probablemente no es cancerígeno para los humanos.

Los agentes cancerígenos presentes en el colectivo de bomberas/os que la IARC incluye en el Grupo 1 son:
  • Arsénico.
  • Dioxinas.
  • Amianto.
  • Hollín.
  • Benceno.
  • Sustancias organocloradas (PCBs).
  • Benzopireno (tipo de Has).
  • Humos de motores diésel.
  • Butadieno 1-3.
  • Cloruro de vinilo.
  • Formaldehido.
  • Hepatitis crónica B y C.

En esta profesión existe una exposición a una cantidad indeterminada de productos tóxicos que se originan como subproducto de la combustión.

Se trata de sustancias con múltiples efectos para la salud: irritantes, sensibilizantes, disruptores endocrinos, mutagénicos, tóxicos para la reproducción y cancerígenos.


Cánceres más frecuentes en bomberos

  • Cáncer testicular
  • Mieloma múltiple
  • Linfoma no-Hodgking
  • Cáncer de piel
  • Melanoma maligno
  • Tumor cerebral
  • Cáncer de próstata
  • Cáncer de colon
  • Leucemia


CARACTERÍSTICAS DE LA EXPOSICIÓN A SUSTANCIAS TÓXICAS


El humo encontrado en la mayoría de los incendios es una mezcla de gases y de partículas sólidas y líquidas aerotransportadas, que se desprenden de la combustión.

La peligrosidad de estos gases depende de la concentración de los mismos en el aire, el tiempo que dura la inhalación y las condiciones físicas de la persona. Estas condiciones varían a causa del propio incendio, ya que el ritmo respiratorio aumenta debido a la tensión nerviosa, el calor, el esfuerzo y el exceso de anhídrido carbónico.

  • En ningún caso se da la presencia exclusiva de uno solo de los gases que suelen producirse, y la mezcla de ellos es más tóxica que la suma de cada uno por separado.

Por tanto, no son aceptables los índices de tolerancia establecidos para cada uno de los gases, sobre todo teniendo en cuenta que las condiciones físicas de la persona, a que antes nos referíamos, hacen que la exposición aumente de forma considerable y los índices pierdan su valor. Por tanto,

Los bomberos son un colectivo cuya exposición a sustancias químicas sigue unos patrones y tiene unas características que le hacen diferente y que dificultan su control, la valoración de sus riesgos y por ello, la labor preventiva a realizar.

Estas características son:


• Muy variable:

Según el tipo de incendio, su localización y el tipo de estructura de la que se trate.

Las diferencias fundamentales las encontramos en los tipos de edificios donde produce el fuego: estructuras e instalaciones industriales, edificios de viviendas o fuegos de terrenos o campos.

Así mismo, se reseña una variación de la exposición de tipo histórico, determinada por los cambios acontecidos en el uso de los materiales de construcción y la existencia creciente de industrias relacionadas con la producción y utilización de sustancias químicas.


• Impredecible:

Los bomberos, salvo excepciones, no conocen el tipo de fuego y los riesgos inherentes al mismo con los que se van a enfrentar en los momentos inmediatos al aviso.

Se desarrollan experiencias de localización de riesgos específicos para industrias químicas, y en algunos países existen registros específicos que contienen información rápidamente disponible para la actuación contra el fuego y la protección civil y de los propios servicios de emergencia. Sin embargo, los datos no siempre están disponibles o actualizados.


• Difícil de evaluar:

Es una característica que limita los estudios epidemiológicos realizados en este colectivo, especialmente los que persiguen obtener conclusiones sobre la relación causa–efecto entre determinadas sustancias y patologías.

No sólo porque es difícil conocer los materiales implicados en cada fuego, sino porque además los procesos de combustión y la exposición a altas temperaturas condicionan la producción de productos intermedios.

Sólo en algunos fuegos intencionados de carácter experimental se aborda el estudio de exposiciones a éstos, aunque no permiten extrapolar resultados a todos los tipos de incendio.

La posibilidad de medición de concentraciones de las sustancias a las que se exponen los bomberos es, pues, muy limitada en la práctica diaria debido a dificultades operativas evidentes en las situaciones de emergencia, por lo que la posibilidad de realizar estudios dosis-respuesta, imprescindibles para valorar y establecer relaciones de causalidad, es enormemente limitada para este colectivo.


• Múltiple:

Las exposiciones individuales a un solo agente o sustancia no existen en la práctica, lo que supone otra limitación en la realización de estudios dirigidos a establecer relaciones de causalidad.

Los efectos de la exposición combinada a diferentes concentraciones de múltiples sustancias y sus subproductos, productos intermedios, y productos resultantes de las combinaciones de los mismos es, en la mayoría de los casos, muy difícil de evaluar.



AGENTES CANCERÍGENOS


Las bomberas/os pueden estar expuestos a diferentes agentes cancerígenos:

Sustancias presentes en los gases de la combustión y con efectos carcinógenos demostrados son:
  • el benceno
  • 1,3 butadieno
  • las dioxinas
  • el formaldehido
  • los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs)
  • los compuestos orgánicos volátiles (COVs) entre otros. 

Las bomberas y bomberos están expuestos también a diversos tipos de partículas tóxicas como hollín, pero también a metales pesados como plomo, cromo y mercurio presentes en pinturas y disolventes.


• Benceno

Se usa para hacer ciertas gomas, lubricantes, detergentes, medicamentos, tinturas y pesticidas. Es un componente natural del petróleo crudo, gasolina, humo de los cigarrillos y otros materiales orgánicos quemados. En los incendios forestales se genera gran cantidad de benceno de forma natural.

Además de los múltiples y graves efectos que produce a corto plazo, es una sustancia carcinógena para los seres humanos. Además puede afectar a la médula y sistema hematopoyético, el hígado y el sistema inmunitario. Es considerado cancerígeno 1A y mutágeno 3A.


• Butadieno

La exposición se debe a los humos que salen del tubo de escape de los vehículos y al humo de la combustión de la madera.

Los incendios forestales son considerados fuentes naturales de este compuesto en el aire.

Es considerado cancerígeno 1A y mutágeno 1A. Se vincula la relación entre la exposición ocupacional al 1,3-butadieno y el aumento de la incidencia de leucemia, de desarrollar cáncer de estómago y del sistema linfático.


• Formaldehido

Presente en varias fases o áreas de los incendios, pueden provenir de pinturas, ropa de casa, cubiertas, etc. La IARC lo clasifica como carcinógeno Grupo 1 confirmado en humanos.

Está relacionado en diferentes estudios con enfermedad de Hodgkin, leucemia, cáncer de cavidad bucal, pulmón, nariz, próstata, hígado, cerebro, colon, piel, riñón y por supuesto, faringe (particularmente nasofaringe).


• Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAPs)

Presentes en los humos de diverso origen, entre ellos destaca el humo de los vehículos de motor diésel.

Sus efectos son variados, y algunos se consideran cancerígenos, en particular benzopireno, benzoantraceno y sus metabolitos, especialmente para el sistema respiratorio, aparato digestivo, páncreas y vejiga.

El hollín, que también contiene este tipo de hidrocarburos, está clasificado por la IARC como cancerígeno de tipo 1 (piel, escroto, pulmón). Se relaciona con exceso de mortalidad por cáncer de hígado y esófago.


• Benzopireno

Es un PAH potencialmente carcinógeno, considerado como la 9ª sustancia más peligrosa, debido a su potencial tóxico para la salud humana.

Se produce durante los procesos de combustión, especialmente cuando las combustiones son incompletas en las grasas, carbón, petróleo e incendios forestales. Es considerado cancerígeno 1B y mutágeno 1B.


• Dioxinas

Se forman de manera natural en los incendios forestales y de forma artificial en la quema de materiales que contengan cloro.

La IARC las clasificó en el Grupo 1 de cancerígenos. Las dioxinas, una vez ingeridas, se acumulan en los tejidos grasos del cuerpo, donde permanecen durante años. Producen efectos mutágenos y alteraciones del desarrollo de fetos expuestos.

Otros efectos son: problemas de la piel, fatiga, enfermedades del hígado y del corazón, etc.


• Dióxido de nitrógeno

Se forma como subproducto en todas las combustiones a altas temperaturas, así como en los procesos de combustión de los vehículos. Igualmente, se emplea como agente extintor.

El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de EEUU (NIOSH) lo considera un sospechoso cancerígeno basado en estudios en animales. También es un irritante para el pulmón.


• Cloroformo (triclorometano)

Se utiliza fundamentalmente como disolvente de compuestos orgánicos y como componente de algunos extintores de incendios.

Se trata de una sustancia con propiedades anestésicas. Además de posible cancerígeno para los seres humanos como efecto a largo plazo, esta sustancia puede causar efectos a corto plazo en el corazón, el hígado, el riñón y el sistema nervioso.



OTROS FACTORES CANCERÍGENOS


Otros factores de riesgo potencialmente cancerígenos a los que estamos expuestos las bomberas y los bomberos son:


• Humos de motores diésel

Están clasificados por la IARC en el grupo 1 como cancerígeno para el hombre.

Los motores diésel expulsan partículas de hollín que contienen más de 1.000 sustancias químicas.

Muchas de estas partículas están compuestas principalmente por combinaciones de carbono e hidrógeno y se conocen como hidrocarburos policíclicos aromáticos (HAPS), altamente cancerígenos.

Estas partículas de hollín son invisibles, con tamaños menores de hasta 100 veces una micra y pasan de la zona de camiones a otras estancias del parque: sala de estar, cocina, dormitorios, sala de alarmas, vestuarios, etc.

Incluso después de haber desaparecido el olor, estas partículas carbonadas de benzopireno (benzol) tienen el tamaño apropiado para introducirse, al respirar, hasta el interior de los pulmones, pudiendo provocar cáncer de pulmón.


• Ciertos materiales de construcción


AMIANTO:

Se puede estar expuesto al amianto durante el tiempo que se pasa alrededor de un edificio colapsado o en llamas, ya que durante el incendio, los productos que contienen amianto, incluso resistentes al calor pueden llegar a degradarse o descomponerse y sus fibras quedan en suspensión en el aire.

Asimismo en el período de revisión, una vez que el fuego está bajo control. También podemos encontrar riesgo de contaminación en los vehículos de bomberas/os y en los mismos equipos bomberas/os que han intervenido.

  • El colapso del World Trade Center proporciona un ejemplo dramático del problema en la construcción que contiene asbesto. Días después del evento, las muestras de polvo tomadas en las proximidades contenían altos niveles de asbesto, de acuerdo con algunas pruebas gubernamentales y privadas. El asbesto fue encontrado en camiones de bomberos meses después del ataque terrorista.


ACRILONITRILO:

Está clasificado por la IARC en el Grupo 2B. Posible carcinógeno para el hombre.

Está relacionado con cáncer de colon, pulmón y próstata. Se usa para alfombras, muebles, tubos, en componentes para la construcción.


ACRILATO DE ETILO:

El acrilato de etilo se utiliza en la fabricación de pinturas y en la industria textil y papelera.

Grupo 2B: Posiblemente cancerígeno para los humanos según la IARC.


ISOCIANATOS:

Provenientes de los poliuretanos encontrados en los colchones para dormir, gomaespuma (foam), tapizados de muebles y pinturas, espuma para techo, etc.

Considerados como posibles cancerígenos en humanos por la IARC.


PCBs:

Cada vez que un bombero entra en un sitio de fuego estructural, el potencial para la exposición química PCB es alto.

Lámparas antiguas, transformadores electrónicos y la quema en el fuego de los productos de hollín. El hollín contiene PCBs.

La IARC ha clasificado a los PCBs como cancerígenos para los seres humanos (grupo 1).


TRICLOROPROPANO:

Generado mediante la degradación de las sustancias retardantes de las llamas (TRIS). La sustancia fosfato de tris (2-cloroetilo) (TCEP), utilizado como plastificante ignífugo.

Los principales sectores industriales que han utilizado TCEP son los de la construcción, los muebles y el textil.

El TCEP está clasificado como carcinógeno de categoría 2.


• Trabajo en turnos de noche (alteración del ritmo circadiano):

Clasificado por la IARC en el grupo 2A probable cancerígeno en humanos.

En esta profesión, tanto por la frecuencia de cambios de turno, como por la realización de trabajo de duración de 12 y 24 horas, se altera el ritmo circadiano.


• Hepatitis B y C

Por la naturaleza de su trabajo, en la actualidad la mayoría de los bomberos realizan funciones de rescate y atención sanitaria que requieren, en muchas ocasiones, un íntimo contacto con sangre o fluidos corporales, así como importante riesgo de accidente con agujas o instrumentos cortantes contaminados.


OTROS RIESGOS



• Disruptores endocrinos EDC (Endocrine Disrupting Chemicals)

Son sustancias químicas capaces de alterar el equilibrio hormonal y la regulación del desarrollo embrionario.

Tienen capacidad de provocar efectos adversos sobre la salud de un organismo o de su descendencia.

Entre los EDC reconocidos hasta ahora se encuentran mezclas de:
  • Hidrocarburos aromáticos policíclicos, HAPs
  • Sustancias organocloradas como PCBs
  • Dioxinas
  • Ftalatos


• Enfermedades cardiovasculares

Los datos de la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego de Estados Unidos muestran que los ataques cardiacos son la causa principal de muertes en acto de servicio de los bomberas/os.

La correcta evaluación de los factores laborales incluye la necesidad de valorar:

  • Exposición a CO.

  • Exposición a hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs).

  • El arsénico y el disulfuro de carbono pueden contribuir a la formación de placas de ateroma.

  • La exposición a plomo, cadmio y disolventes orgánicos puede contribuir a incrementar la presión sanguínea, lo cual puede afectar indirectamente al corazón.

  • El estrés, que supone una influencia para la enfermedad cardiaca. Además, el estrés tiene otra serie de consecuencias sobre los hábitos de vida, como la ingesta mayor de alcohol, inactividad...

  • El ruido: como estresor físico se ha demostrado que puede inducir efectos medibles biológicos y psicológicos. Además, en algunos estudios se relaciona con un incremento de la enfermedad coronaria. Otros estudios demuestran un incremento pequeño, pero medible del riesgo de enfermedad cardiaca. Se sugiere que las alarmas incrementen su volumen gradualmente en lugar de iniciar su sonido con un volumen muy elevado.

  • La exposición a temperaturas extremas también afecta a la presión arterial.


• Alteraciones respiratorias

El daño más común que se deriva de la inhalación de irritantes durante el trabajo de extinción de incendios es la afectación de la función respiratoria.

Estos efectos son difíciles de detectar por las pruebas habituales realizadas en los reconocimientos médicos, requiriéndose la realización de espirometrías anuales y estudios a largo plazo.

Mientras que los efectos agudos están bien estudiados, los crónicos son más difíciles de valorar.

La profesión de bombera/o está reconocida como ocupación de riesgo para desarrollar un asma ocupacional, derivada de la exposición a diversas sustancias tóxicas presentes de forma habitual en los incendios, tales como determinados ftalatos, PVC y otros compuestos.

En todo caso, algunas estadísticas disponibles muestran la presencia de enfermedades pulmonares como una parte importante (hasta el 23.3%) de las patologías de origen profesional de los bomberos.

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