14. ORGANIZACION DE LAS OPERACIONES EN INCENDIOS URBANOS

Curso emergencias bomberos, organización de las operaciones en incendios urbanos
Tema del curso emergencias bomberos. Sumario: 1. Proteger la zona de extinción. Delimitación de zonas. Zona de riesgo o zona caliente. Zona templada. Zona fría. Evacuación del edificio. Vías amplias. 2. Corte de suministros. Corte de suministro eléctrico. Corte de suministro de gas. Corte de suministro de agua. Ascensores. 3. Instalación de mangueras. Tipos de mangueras. El puesto base. Recorridos de las instalaciones. 4. Localización de víctimas. 5. Rescates. Rescates dentro del edificio. Rescata por fachada o terraza.

Online course for firefighters in emergencies. Summary: Organization of operations. 1. Protect the area. Delimitation of zones. Risk zone or hot zone. Temperate zone. cold zone. Building evacuation. wide roads. 2. Cut off supplies. 3. Installation of hoses. 4. Location of victims. 5. Rescues.



ORGANIZACIÓN DE LAS OPERACIONES EN INCENDIOS URBANOS

Curso de operaciones en emergencias para bomberos



Dentro de la sistemática de actuación hay una fase que denominamos “organización de las operaciones”.

  • Nos estamos refiriendo a todas aquellas acciones que se pueden desempeñar durante la intervención. Podemos entenderlo como órdenes que recibe un equipo o binomio.

El Jefe de la Intervención tras la inspección y valoración de la situación irá dando las órdenes a sus equipos (bien de forma directa o bien establecidas en el protocolo por defecto, es decir, si no se dice lo contrario).

Estas acciones que desarrollamos a continuación se han colocado con criterio cronológico, aunque no siempre se va a seguir este orden.

Dependiendo de la situación, algunas no serán necesarias, otras se convertirán en prioritarias y se adelantarán en el tiempo, también puede haber varias ejecutándose simultáneamente por uno o diferentes equipos, puede surgir alguna nueva que no esté relacionada en este texto.

En definitiva, aunque el patrón que vamos a ver a continuación se suele cumplir en muchos casos, no olvidemos una frase muy recurrida por los cuerpos de bomberos:

“NO HAY DOS INCENDIOS IGUALES”

Aun así todos coincidimos en fijar protocolos y seguir una sistemática ajustándonos en cada situación a las circunstancias.



1. PROTEGER ZONA


En cualquier manual de socorrismo o rescate sabemos que antes de actuar debemos proteger.

La protección tendrá en cuenta los siguientes aspectos:


1.1. Delimitar las diferentes zonas

Utilizando un lenguaje muy extendido vamos a denominar:
  • zona de riesgo (o caliente)
  • zona templada y
  • zona fría.

• Zona de riesgo: Es la zona a la que solo pueden entrar bomberos con EPIs adecuados (incluido equipo de respiración autónoma):

  • Por seguridad se debe delimitar como mínimo a partir de la entrada al edificio.

  • Desde el momento en el que empezamos a trabajar, ninguna persona (vecinos, policía, sanitarios, bomberos sin equipo completo, etc.) debe entrar al recinto a no ser que lo solicite el Jefe de la Intervención.

  • Es posible que algún vecino salga de su vivienda, esta situación no podremos evitarla, pero una vez fuera no podrá volver a entrar hasta que finalice la intervención y desaparezcan los riesgos en la zona.


• Zona templada: Es una zona más amplia donde se encuentran el resto de intervinientes realizando tareas fuera de la zona de riesgo.

También estará el personal de apoyo y de otros servicios (sanitarios, policías, etc.).

Suele ser el punto donde se encuentra el Jefe de la Intervención para poder dirigir los equipos y coordinar con el resto de servicios.

• Zona fría: lugar donde se pueden situar los ciudadanos, periodistas, etc.

  • En ocasiones es necesario balizar una cuarta zona para restringir el tráfico de vehículos y desviar por otras vías alternativas.


1.2. Evacuación del edificio

Si se considera necesario se puede evacuar parte o todo el edificio, incluso en casos excepcionales la evacuación podría llegar a edificios colindantes.

  • Pero esta acción debe estar supeditada a una inspección y valoración previa.

En la mayoría de los casos hay menos riesgos dentro de las viviendas que en la escalera del edificio incendiado.

En cualquier caso es una decisión que debe tomar únicamente el Jefe de la Intervención cuando tenga la información suficiente.


1.3. Vías amplias

En caso de vías amplias que permitan la colocación de nuestros vehículos y la circulación del tráfico por otros carriles, debemos balizar la zona de trabajo para que resulte segura.

Tenemos que tener en cuenta que vamos a necesitar unos metros alrededor de nuestros vehículos para acceder a los armarios a por material, y zona suficiente para posibles maniobras con vehículos de altura.



2. CORTE DE SUMINISTROS

En este punto vamos a tratar por separado las diferentes instalaciones:


2.1. Corte de suministro eléctrico:

La aplicación del agua como agente extintor sabemos que es incompatible con la presencia de corriente eléctrica.

Para evitar riesgos debemos cortar el suministro en las zonas que vamos a intervenir.

En la mayoría de las situaciones, cuando el fuego o el calor afectan a la instalación eléctrica, actúa algún mecanismo que desconecta la corriente.

  • Una de nuestras funciones será verificarlo, y si no ha ocurrido de forma automática buscaremos el punto más adecuado para efectuar el corte (por lo general en el cuadro de distribución de la vivienda afectada).


2.2. Corte de suministro de gas

El corte de gas no debe ser una tarea prioritaria a no ser que el incendio afecte o pueda afectar a la misma.

  • En caso de incendio de una fuga de gas, no extinguir nunca hasta que no se realice el corte de la fuga.

El abastecimiento es de dos tipos:

• Almacenado en botellas (botellas de butano): Si podemos acceder hasta ella es suficiente con desconectar el regulador de presión (alcachofa) y sacar la botella de la zona afectada por el fuego a un punto ventilado. Tener en cuenta que dentro de la vivienda puede haber botellas conectadas y botellas almacenadas.


• A través de red de abastecimiento público (gas natural o gas ciudad):
      1. Buscar la llave de paso de la tubería que alimenta a la vivienda afectada y cerrar.
      2. Si no es posible podemos actuar sobre otra llave en la zona de contadores.
      3. Identificar el de la vivienda y cortar.
      4. Como última opción podemos cortar la llave de acometida del edificio que suele estar en una trapa de la acera.
      5. Una vez realizado el corte de gas del edificio, tendrá que ser la compañía suministradora la que vuelva a conectar tras verificar que todas las viviendas tienen sus llaves cerradas.

  • CUIDADO: Podría darse el caso de que en algún punto estuvieran cocinando y al cortar suministro se apaga la llama, pero al volver a abrir provocamos una fuga de gas dentro de la vivienda.


2.3. Corte de suministro de agua

El corte de suministro de agua solo se realiza cuando haya alguna fuga.

  • A veces ocurre que el calor del incendio provoca deformaciones en tuberías de agua hasta el punto de provocar las citadas fugas.


2.4. Bloquear ascensores

La inspección de los ascensores del edificio se debe realizar siempre y de forma prioritaria en este tipo de intervenciones.

Son instalaciones que no se deben utilizar durante un incendio, por tanto:
      1. debemos localizar las cabinas
      2. comprobar que no hay nadie en su interior y
      3. bloquear el funcionamiento hasta que finalice la situación de riesgo.

Una vez realizados cortes de suministro, si la instalación en cuestión se ha visto afectada, no debemos volver a conectar.

Informaremos a los propietarios para que un técnico especialista revise y verifique la instalación, reparando si fuera necesario antes de volver a conectar.



3. INSTALACIÓN DE MANGUERAS


Para acceder a cualquier recinto confinado donde se desarrolle un incendio debemos entrar con línea de manguera presurizada y purgada, con el cono adecuado para actuar sobre un colchón de gases y poder defendernos y evitar fenómenos como el flashover o el backdraft.

Las secciones de mangueras normalizadas para los servicios de bomberos en España son de 25, 45 y 70 mm Ø.

Las mayores se utilizan para alimentación y por peso y manejo son descartadas como mangueras de ataque.

En cuanto a las de 25 y 45, tenemos ventajas e inconvenientes en cada una de ellas:

- 25 mm Ø: son más manejables, son adecuadas para trabajar en alta presión y pesan menos. Aunque aportan menos caudal, suele ser suficiente para la extinción de un incendio tipo en una vivienda.

- 45 mm Ø: trabajan desde la etapa de baja presión del vehículo, su peso y reacción en lanza dificultan su manejo para movernos por dentro de viviendas. Son poco adecuadas para realizar rastreos en búsqueda de posibles víctimas. Son más apropiadas para instalaciones de ataque en plantas bajas y locales comerciales donde podemos encontrar mayor carga térmica, necesitamos más caudal y no tenemos problema con la altura de impulsión ya que trabajamos con poco o ningún desnivel desde el eje de la bomba.

Para un incendio de una vivienda dentro de un edificio de varias alturas necesitamos una salida de bomba de alta presión que nos garantice que tras la disminución barométrica del agua causada por las perdidas de carga y la altura de impulsión, aun tendremos en punta de lanza la presión necesaria para conseguir los efectos necesarios en la pulverización y poder aplicar con ello las técnicas de extinción adecuadas.

Si analizamos todo lo anterior encontraremos argumentos suficientes para justifica que la instalación de mangueras en estos servicios debe arrancar desde una salida de 25 mm Ø de alta presión en bomba y continuar con esta sección hasta la lanza a no ser que el mando de la intervención lo modifique por alguna razón.


3.1. El puesto base

Toda instalación debe tener un punto cercano a la zona del incendio al que denominaremos en este manual “puesto base”.

Como referencia podemos coger el rellano anterior al piso incendiado, pero su ubicación será modificada según las condiciones del incendio y de humo en la escalera.

Debe ser un lugar próximo al foco en el que se pueda estar sin necesidad de utilizar los ERAs.

En este punto colocaremos una bifurcación para poder seccionar la instalación de agua si es necesario o para poder colocar una segunda instalación de emergencia o de apoyo.


3.2. Recorridos de las instalaciones

Las instalaciones pueden seguir diferentes recorridos:

- Instalación por rampa de escalera: conectando mangueras que descansan sobre los peldaños de la escalera del edificio.

- Instalación por hueco de escalera: algunas escaleras tienen un diseño que deja un hueco vertical por el que puede transcurrir la instalación. En este caso es importante atar la bifurcación del puesto base a la barandilla o lugar fijo para que descanse el peso de la instalación. Esta modalidad tiene varias ventajas ya que es más corta en recorrido, tiene menos curvas, menos perdida de carga y es más rápida de instalar.

- Instalación por fachada: similar al hueco de escalera pero sube por la fachada hasta entrar por alguna ventana para encontrar el puesto base. Es poco utilizada ya que el recorrido de la manguera no coincide con el de los bomberos y esto puede retrasar su instalación.

- Instalación desde el Vehículo de Altura: utilizando la columna seca del vehículo o colocando el tendido por los peldaños de la escalera para acceder al edificio por alguno de sus huecos de fachada.

- Columna seca: utilizar esta instalación en los edificios que dispongan de ella nos ahorra metros de manguera y perdidas de carga, pero también tiene inconvenientes que debemos valorar:

  • Se trata de una instalación ajena a nosotros y que no sabemos el estado en el que se encuentra, en la mayoría de casos el mantenimiento es nulo.

  • Si el incendio se da por debajo de una sexta altura no compensa su utilización aunque la instalación se encuentre en buen estado.

  • Si es la primera vez que se utiliza podemos arrastrar con el agua restos de obra y suciedad que se atasquen en el difusor de la lanza y perjudiquen su funcionamiento.

  • En edificios complejos con varias escaleras encontraremos diferentes tomas de alimentación que no siempre están bien señalizadas y podemos estar alimentando una escalera diferente a la del incendio.

  • En caso de utilizarla, la alimentación se puede hacer con manguera de 70 mm Ø que sale de la etapa de baja. Para trabajar en alta presión tenemos la opción de alimentar con dos mangueras de 25 mm Ø, una por cada toma. Con esto nos garantizamos mayor rango de presión en caso necesario y el vehículo trabajará con el motor a menos revoluciones. Es importante no suministrar más presión de la necesaria para no provocar que algún elemento ceda y provoque fugas.




4. LOCALIZACIÓN DE VÍCTIMAS


Solo en situaciones en las que nos confirmen de forma certera que no hay ninguna persona en la vivienda afectada pasaremos por alto esta acción.

En muchas ocasiones, cuando los bomberos llegan a un incendio, nadie sabe decirnos si hay personas en el interior, como mucho son suposiciones de las que no hay que hacer caso y actuar para confirmar que no hay nadie.

También se deben inspeccionar aquellas zonas del edificio que se han visto afectadas por el humo (escalera, pisos superiores, etc.).

Para el rastreo debemos entrar siempre con manguera presurizada y purgada, para poder defendernos de las llamas o poder enfriar gases y evitar con ello el desencadenamiento de algunos fenómenos ya conocidos.

Utilizaremos las técnicas de buceo en humo con las medidas de seguridad que requiera cada situación. También podemos ayudarnos de equipos como los visores térmicos.

  • En caso de localización de alguna víctima lo comunicaremos por emisora e iniciaremos el rescate inmediatamente.

Una vez iniciados los trabajos de extinción, el vapor generado empeora notablemente las posibilidades de supervivencia para una persona que no dispone de nuestros trajes de protección térmica, por este motivo el rescate debe anteponerse a la extinción.

Solo en casos necesarios, en los que se hace imprescindible iniciar extinción para seguir avanzando, aplicaremos la mínima cantidad de agua con el fin de confinar la zona incendiada y poder terminar las tareas de rastreo.

También podemos combinar las tareas de localización de víctimas con ventilación para ganar visibilidad y mejorar las condiciones del aire, generando una atmósfera menos nociva para las personas atrapadas.

El tema de la ventilación lo veremos más adelante ya que requiere un desarrollo extenso, pero podemos adelantar que antes de ventilar debemos inspeccionar todo y asegurarnos que el aporte de aire limpio no va a perjudicar el desarrollo del incendio.



5. RESCATES


Podemos diferenciar dos situaciones bien diferenciadas para el rescate de personas atrapadas en un incendio:


5.1. Rescate por dentro del edificio:

La localización de estas personas es la más complicada. Para su rescate se emplean técnicas de arrastre o porteo.

En caso de personas inconscientes lo más probable es que la razón de esta situación sea la asfixia por lo que hay que sacarlas de la zona irrespirable lo más rápido posible.

En caso de personas conscientes podemos ayudarnos de mascaras de salvamento. No se trata de accidentes violentos ni politraumatizados, por tanto primará la rapidez sobre la inmovilización.


5.2. Rescate por fachada o terraza:

Normalmente se trata de personas que han quedado confinadas en balcones, ventanas o terrazas, de forma que el fuego les impide salir por su propio pie.

Si están en situación de peligro el rescate debe ser prioritario, en caso contrario se debe contactar con ellas para tranquilizarlas y pedirles que esperen el momento del rescate.

Dependiendo de los medios y personal del que disponemos podemos utilizar diferentes técnicas, materiales o vehículos:

Vehículo de altura: es útil y rápido si disponemos de el vehículo apropiado y la zona donde se encuentran las víctimas es accesible.

Por terraza: cuando las personas ha subido a la terraza podemos acceder desde terrazas de edificios contiguos. Suelen ser la situaciones en las que menos peligro corren.

También podemos utilizar escaleras manuales (extensibles, de asalto o ganchos, etc.) si la altura del rescate lo permite.

Técnicas de trabajo en altura: cuerdas, arneses, triángulos de evacuación, descensores, etc.

Colchones de salvamento: colocados en el suelo, pegados al edificio y en la vertical de donde se encuentran las personas.