5. TECNICAS DE RESPIRACION ARTIFICIAL EN PRIMEROS AUXILIOS

Técnicas de respiración artificial
Sumario: Dificultad respiratoria. Consejos y pausas ante dificultar en aparato respiratorio. Método Sylvester. Método Holger-Nielsen. Método Shaffer. Método boca-boca y método boca-nariz.


TECNICAS DE RESPIRACION ARTIFICIAL

Recuperación cardiorrespiratoria

"Socorrismo y Primeros auxilios"


Como ya hemos visto, la asfixia aparece cuando el organismo humano no tiene un aporte continuo de oxigeno y por consiguiente en el intercambio gaseoso que se produce en los pulmones la sangre no puede oxigenar las células del cuerpo humano; es decir, la misma se produce cuando por cualquier causa o razón existe una dificultad respiratoria.

Por ello, un socorrista ante una persona que presente cualquier dificultad en su aparato respiratorio deberá seguir los siguientes consejos o pautas:

1.- Observar a la posible víctima y realizar un rápido reconocimiento a través de sus constantes vitales (respiración, pulso, pupilas, orificios naturales, etc.), deformaciones visibles, dolores, síntomas y reacciones que presente o delate el propio accidentado, posibles lesiones adicionales, etc.

2.- Suprimir todo aquel obstáculo que a la víctima le dificulte o le impida el respirar, es decir, el socorrista que intervenga deberá realizar las siguientes maniobras:
      1. Desabrochar o aflojar la ropa o vestimenta, especialmente en la zona del cuello y la cintura.
      2. Vaciará la boca desviando lateralmente la cabeza (si no hay lesiones que lo impidan o recomienden) si está llena de agua, o mediante los dedos facilitar la salida de secreciones o alguno de los métodos vistos anteriormente.
      3. Tras ello, deberá colocar la mano derecha debajo de la zona occipital para que la cabeza quede hacia atrás, empujando con la mano izquierda el mentón para que quede levantado (hiperextensión).

3.- En todos aquellos casos en que la respiración de la víctima sea insuficiente y que por cualquier causa en un breve periodo de tiempo no pueda realizar una respiración normal y suficiente para mantener la vida o pudieran surgir lesiones irreversibles, debemos inmediatamente realizar la respiración artificial

Existen varios métodos de práctica de la reanimación respiratoria según la utilidad o situación más adecuada, los cuales veremos a continuación:
    • Sylvester.
    • Holger-Nielsen.
    • Shaffer.
    • Boca-Boca o Boca-Nariz


• METODO SYLVESTER

Este método es muy utilizado para víctimas que han sufrido inmersiones o ahogamientos, aunque no debe utilizarse si hay síntomas de lesiones graves o fracturas. 

Este método consiste en:
      1. Colocar a la víctima boca arriba, colocándole bajo los hombros una almohadilla para que la cabeza quede ligeramente colgando.
      2. El socorrista se colocará de rodillas quedando la cabeza del accidentado entre las rodillas del socorrista.
      3. Tras ello, se coge con las manos los antebrazos del socorrista y en el primer movimiento se colocan los brazos del accidentado cruzados sobre su propio pecho presionando ligeramente.
      4. En el segundo movimiento se van separando y levantando los brazos del accidentado hacia atrás hasta llevarlos más allá de la altura de la cabeza.
      5. Para asegurar la reanimación respiratoria, este proceso deberá realizarse a un ritmo constante de 16-18 veces por minuto.

• METODO HOLGER-NIELSEN

Este método también es utilizado en las mismas situaciones que el anterior, incluidas las características que allí presentaba el lesionado.

En general consiste en:
      1. Colocar a la víctima boca abajo, con los brazos doblados por los codos y una mano encima de la otra, de forma que colocados en la zona de la cabeza sirven de descanso o almohadilla de una de las mejillas, ya que la cabeza está vuelta hacia un lado.
      2. El socorrista se colocará de rodillas y tendrá la cabeza del accidentado entre ellas, de forma que colocará sus manos abiertas sobre la espalda alta del accidentado y presionará ligera y progresivamente al dejar caer el peso de su cuerpo al inclinarse hacia adelante sobre la espalda del accidentado.
      3. Tras ello, se echará hacia atrás, deslizando sus manos por los brazos de la víctima, cogiendo a la altura de los codos los mismos y tirando hacia atrás y arriba de ellos, de forma que al final del recorrido sentirá la resistencia que ofrecen los hombros del accidentado.
      4. Finalmente se dejarán los brazos de la víctima en la posición original y se repetirá el proceso a razón de unas 12 repeticiones por minuto.

• METODO SHAFFER

Este método está especialmente indicado para aquellas víctimas que hayan sufrido electrocuciones o intoxicaciones diversas, sobre todo en las de productos químicos; y por los movimientos que se realizan que no presenten sobre todo lesiones o fracturas en el eje columna-cervical-cabeza:
      1. Primeramente se coloca a la víctima boca arriba para poder vaciar los obstáculos que pudiera tener.
      2. Tras lo cual se coloca boca abajo, con la cabeza ladeada y los brazos extendidos hacia adelante.
      3. La posición inicial del socorrista es de rodillas teniendo las caderas del accidentado a la altura de las rodillas de aquel; tras ello
      4. Se colocan las manos del socorrista sobre la cintura de la víctima con los dedos extendidos sobre las últimas costillas, de forma que se balanceará hacia adelante con los brazos extendidos de forma suave de manera que el peso del socorrista apoye gradualmente en el accidentado.
      5. Posteriormente se balanceará hacia atrás sin retirar las manos de la zona de la cintura y de nuevo en la posición original se repetirá todo el proceso a razón de 16-18 veces por minuto.

• METODO BOCA-BOCA Y BOCA-NARIZ

Estos métodos son los que habitualmente suele utilizar un socorrista, los cuales son reconocidos como los más apropiados para la mayoría de los casos que se pueden presentar (a excepción de intoxicaciones por ingestión o inhalación) y sobre todo, es que son los únicos recomendables cuando sospechamos que el accidentado presenta algún tipo de fractura (columna, cabeza, cervical, caja torácica, etc.).

Ambos métodos son muy similares en su ejecución, ya que en el segundo el socorrista insufla aire a través de la boca y nariz de la víctima (normalmente utilizado con los niños).

Dichos métodos se desarrollan:
      1. Colocando a la víctima con sumo cuidado boca arriba.
      2. Se le inclinará la cabeza hacia atrás para abrir las vías respiratorias. 
      3. Nos aseguraremos que no hay obstáculos que impidan la entrada de aire y tapando la nariz con los dedos o la propia boca, colocaremos nuestra boca sobre la de la víctima. 
      4. Se insuflará aire en los pulmones y se observará de reojo si se le levanta el pecho, tras lo cual se retira la boca y se comprueba que se expulsa el aire.
      5. Este proceso, aunque es efectivo también es agotador, se repetirá de forma consecutiva a un ritmo de 12-15 repeticiones por minuto hasta que reanimemos a la víctima o ya se ocupe de él una persona médica especializada.

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