Sistemática general de actuación para bomberos. La preparación permanente. La alarma o aviso. La primera salida. El trayecto hasta el lugar del siniestro. Llegada y estacionamiento en el lugar del siniestro. Inspección y evaluación del lugar de siniestro. Rescates y salvamentos. Organización de las operaciones. Final de las operaciones. El regreso al parque de bomberos.
MANUAL DE ACTUACION DE BOMBEROS
Material de formación y capacitación para bomberos
LA SISTEMATICA GENERAL DE ACTUACION DE BOMBEROS
La finalidad principal de todo Servicio de Bomberos es la de salvar la vida de las personas en peligro.
Secundariamente, su trabajo se dirigido a la neutralización y a la prevención de todo siniestro o situación de riesgo, utilizando los medios y recursos disponibles con la mayor eficacia posible.
Para conseguir estos objetivos, su actuación debe seguir una sistemática general basada en las fases sucesivas y/o simultáneas que se exponen a continuación, a lo que se añadirán las normas específicas de actuación que deben seguirse según el tipo de siniestro o de riesgo al que deban enfrentarse.
Dichas fases comprenden la toma de un conjunto de decisiones desde el mismo momento en que se recibe la alarma o aviso del siniestro, hasta el momento del regreso al Parque de la dotación interviniente, una vez finalizado aquél.
Lo que se produce en todas estas fases es un constante sistema de renovación de la toma de decisiones, en función de la valoración del incidente, determinación de decisiones y acciones, aplicando objetivos y tácticas específicas, realizando nueva valoración y toma de decisiones en función del desarrollo del siniestro (según se haya estabilizado, haya variado o haya aumentado).
LA PREPARACION PERMANENTE DE BOMBEROS
El tiempo de guardia desde que un Bombero entra a su turno, relevando al turno anterior, hasta que finaliza su jornada laboral con el relevo del turno siguiente, se destina, fundamentalmente, a la preparación y a la formación necesarias para realizar con eficacia y rapidez cualquier intervención que pueda ser necesaria.
Es necesario prepararse para las emergencias, por ello hay que desarrollar y preparar todo aquello que, en su momento, pueda simplificar o facilitar la intervención:
Un conocimiento previo del lugar puede facilitar considerablemente la intervención. Es conveniente establecer en los Servicios una prevención operativa, realizando visitas a edificios o actividades singulares, donde se observarán los accesos, instalaciones contra incendios existentes, zonas de almacenamiento, acometidas eléctricas o de gas, vías de evacuación, peligros objetivos, etc.
Fichas de itinerarios con información adicional:
Es muy útil disponer de fichas donde se indique el itinerario desde el Parque, hasta la calle donde hay que prestar el Servicio, disponiendo además de información como:
- Hidrantes
- Bocas de riego
- Depósitos de agua
- Instalaciones radiactivas
- Estaciones transformadoras
- Gasolineras
- Edificios singulares
- Instalaciones de columna seca
- Accesos cerrados por mobiliario urbano, etc.
Información complementaria:
Se debe disponer de fichas de intervención o prontuarios de materias peligrosas, en todo vehículo de primera intervención.
Protocolos de Intervención:
En función de los medios y personal disponibles, cada Parque debe establecer los trenes de salida, según las características de la solicitud de socorro, y preparar las maniobras que se realizarán en cada tipo de intervención, especificando qué debe hacer cada Bombero y qué material debe llevar cada uno.
Preparación del material:
Deben de realizarse prácticas continuamente para saber las posibilidades y prestaciones de los materiales. Cada relevo debe comprobar que todo el material funciona correctamente y que se encuentra en perfecto estado y completo.
Planes de Emergencia
Muchas actividades, están obligadas a disponer de un Plan de Emergencia y Autoprotección. Los Servicios de Bomberos deben estar informados y participar en la realización de simulacros con los responsables de los planes de emergencia para su correcta implantación.
1. ALARMA O AVISO DE BOMBEROS
Es el elemento que va a desencadenar todo el proceso de intervención de un Servicio de Bomberos y a, través del cual, se tiene un primer conocimiento del siniestro, para lo cual, en este punto, se deberá conseguir el mayor y más completo conjunto de datos posibles, referentes al hecho que está ocurriendo.
La forma de recepción del aviso de alarma podrá variar, aunque generalmente se producirá por vía telefónica. Sin embargo, ello no quita que dicho aviso se pueda producir de otras formas, como podrían ser las alarmas automáticas de industrias o establecimientos, radioaficionados o aviso personal directo.
Podrá ocurrir con frecuencia que la persona que dé el aviso lo haga de forma incorrecta o incompleta, bien por desconocimiento o por verse influenciado su estado de ánimo por el siniestro, por lo que se deberá intentar recabar en todos los casos los siguientes datos mínimos:
- Clase y/o tipo de siniestro: Incendio, explosión, derrumbamiento, accidente,...
- Localización exacta: Lugar, término municipal, calle o plaza, número, planta, piso, paraje, carretera y punto kilométrico,...
- Personas afectadas: Confirmación o posibilidad de gente atrapada y accidenta dos.
- Entorno de la zona afectada: Aislado, junto a edificios, sobre otras construcciones o debajo de otras construcciones.
- Riesgos especiales: Materias peligrosas presentes o cercanas, depósitos de combustibles, fugas de gas, hundimientos, características del entorno (cercanías de colegios, hospitales, industrias, etc.).
- Identificación del comunicante: Se tomará el teléfono desde donde se nos da el aviso y la identificación de la persona o servicio que lo hace.
- Orden de salida: Inmediatamente se pasarán los datos al Turno que corresponda para que inicie la salida, poniendo especial atención en anotar la hora y minuto exacto de la llamada y de la salida. En todo caso, y dado que el cometido primordial de los Bomberos es la protección de personas y bienes, debe siempre tenerse en cuenta que de la rapidez de su llegada dependerá el salvamento de víctimas y disminución de los daños que el siniestro pudiera ocasionar.
- Comprobación de la llamada: Se procederá a la comprobación de la llamada para confirmar la veracidad de esta y poder recabar ampliación de datos en el momento de la comprobación y/o durante las labores de intervención. Dicha comprobación no debería retrasar la salida de los Bomberos ya que, mediante emisora, se puede retirar el servicio en caso de falsa alarma.
- Ampliación de datos: Si a través del primer comunicante no se pueden concretar más datos sobre el siniestro, se procurará establecer cualquier otro sistema válido al efecto, a través de Autoridades (Policías Locales, Nacional, Guardia Civil,....) o incluso recabando de la guía telefónica, un número del lugar o cercano a donde se nos ha dado el aviso. En ocasiones, puede ser importantísimo informar a Guardia Civil, Policía Local, Ayuntamiento o vecinos para que esperen al vehículo de Bomberos a la entrada del pueblo y le orienten hacia el lugar del siniestro.
- Información por radio al turno de salida: Todos los datos que se vayan recabando se transmitirán de inmediato, por radio, al vehículo de primera salida mientras sigue en marcha. Al mismo tiempo se localizará a personal libre de servicio, al Jefe del Parque y. en los casos establecidos, al Jefe de Guardia.
2. LA PRIMERA SALIDA PARA BOMBEROS
Una vez recibida la alarma, se iniciará inmediatamente la salida según las composiciones de Primeras Salidas previstas para cada clase de siniestro y Parque en los protocolos de actuación establecidos o en las órdenes recibidas.
Esta primera salida será el conjunto de personal, vehículos y material que se suponen idóneos y que se ponen en marcha hacia un servicio en el momento en que se ha recibido el aviso de auxilio.
El retardo en dicha primera salida y, por lo tanto, en la intervención es un problema de organización y de preparación técnica. Del tiempo de respuesta o rapidez en la llegada puede depender alguna vida y la disminución de daños por el siniestro.
Por lo tanto, podemos considerar a la primera salida como uno de los fundamentos en la actuación de un servicio de Bomberos.
"La salida: uno de los fundamentosen la actuación del servicio de Bomberos"
Salvo excepciones específicas en Parques de Bomberos Voluntarios o de funcionamiento similar, dicha salida debe producirse dentro del primer minuto de recibida la alarma.
Simultáneamente a la salida, se procederá a dar aviso y alertar a otros servicios con responsabilidad que puedan colaborar en el tema del siniestro (Compañía Eléctrica, Aguas, Gas, Policía Local o Nacional, Guardia Civil, Tráfico, Sanidad, Protección Civil, Organismos y Autoridades competentes, etc...). Dichos avisos se darán a través de la Central.
Todas las primeras salidas estarán bajo el mando de un sólo Jefe de Dotación o Salida y se comunicarán inmediatamente a la Central. En este punto se continuarán recabando datos para ir definiendo el siniestro y, en función de los factores incidentes y condiciones modificadoras, poder ir previendo las acciones a realizar.
3. TRAYECTO DE BOMBEROS HASTA EL LUGAR DEL SINIESTRO
Se deberá escoger el itinerario que sea, previsiblemente, el más rápido y seguro (no siempre será el más corto, por lo que hay que tener en cuenta las calles cerradas por mercados, obras, asfaltados, demoliciones, ferias, etc.).
Los conductores de los vehículos deberán conocer a la perfección el callejero del municipio y las carreteras de su ámbito de actuación para poder elegir otras alternativas ante cualquier obstáculo imprevisto.
En este momento ya se ha puesto en marcha una primera salida, siempre al mando de un único responsable, que aprovechará el trayecto para:
- Completar la información (vía radio).
- Valorar los factores previstos del siniestro.
- Preparar un plan de actuación, asignando a cada componente de la salida una serie de tareas concretas (equipo de ataque, de alimentación, de rescate,...), es decir, lo que cada uno deberá hacer a la llegada, salvo contraorden.
Durante todo el trayecto de aproximación, se deberán usar las señales ópticas y acústicas. Para realizar el trayecto o itinerario hasta el lugar del siniestro, conocer previamente el sector de actuación es un factor muy importante que puede mejorar el tiempo de respuesta.
No obstante lo dicho, no se deberá acudir a un servicio sin datos concretos de su localización por lo que, en último caso, será preferible perder unos segundos, asegurando en cambio el recorrido.
4. LLEGADA Y ESTACIONAMIENTO AL LUGAR DE SINIESTRO
Un punto muy importante a considerar siempre es el estacionamiento de los vehículos, que deberán disponerse de forma que se permita su rápida salida ante cualquier emergencia.
La disposición de los vehículos y medios de todos los servicios de emergencia que lleguen al lugar deberá realizarse de forma tal que no se entorpezcan entre ellos o interfieran en sus distintas labores y que guarden entre sí las suficientes distancias.
A la llegada al lugar del siniestro, cada componente, si el Jefe de la Dotación no ha ordenado nada en contra, deberá realizar con efectividad y prontitud la preparación del material y cada misión específica asignada.
Para ello habrá un sitio para cada cosa y cada cosa estará en su sitio, de forma que se optimicen los medios y equipos necesarios. Como ejemplo en el caso habitual de incendio en viviendas o siniestro que requiera la utilización de equipos de respiración autónomos, estos deben ubicarse en el vehículo de tal forma que permita que dos de los Bomberos de la salida, al menos, bajen de la cabina del vehículo con los equipos ya colocados, permitiendo la inmediata intervención en el caso de posibles personas afectadas.
Del material de cada vehículo y su entrega, control y recuperación para la intervención, será responsable el componente de la dotación que designe el Jefe de Salida.
Todo el material a utilizar en el siniestro, deberá encontrarse en condiciones de uso, habiendo sido revisado y puesto a punto previamente en el Parque. En casos especiales, como en accidentes de mercancías peligrosas, deberán guardarse las distancias mínimas de seguridad para el estacionamiento de los vehículos de intervención.
En este paso de la llegada y estacionamiento, y sobre todo en grandes siniestros en los que puedan participar vehículos de otros servicios (ambulancias, policía,...), será fundamental la colaboración de la Policía en la retirada de elementos o vehículos que interfieran nuestra labor, así como en el propio estacionamiento ordenado de nuestros vehículos y acordonamiento de la zona.
Incluso, en caso necesario, habrá que cortar o regular el tráfico, mediante la Policía Local o Guardia Civil, tanto para garantizar la seguridad de las personas como para facilitar las maniobras de los vehículos de emergencia en la zona de siniestro.
5. INSPECCIÓN Y EVALUACIÓN DEL SINIESTRO
Estamos ante uno de los dos pasos fundamentales en el desarrollo del siniestro (el primero era al desencadenarse la salida con la alarma) que se produce con la inspección del siniestro y la valoración de la situación.
Esta valoración deberá correr a cargo del Jefe de Salida mediante una inspección rápida y completa del lugar, aunque nunca deberá realizarla él sólo (en Bomberos, un hombre nunca debe estar sólo).
Esta inspección debe seguir cuatro pasos fundamentales:
- COMPLETAR LA INFORMACIÓN
- EVALUACIÓN
- DEFINIR UN PLAN DE ACTUACIÓN
- IMPLANTAR EL PLAN DE ACTUACIÓN
1. COMPLETAR LA INFORMACIÓN
Además de la información transmitida por la Central en la fase de Alarma, cuando llegamos al lugar del incidente disponemos de diversas fuentes que nos pueden informar de lo que está pasando:
- Información visual, lo que estamos viendo.
- Personas afectadas (normalmente la que ha realizado la llamada de alarma).
- Testigos, que han visto lo que ha pasado.
- Vecinos, que desde otro lugar pueden ver la evolución del incidente.
La información es el punto principal para poder aplicar con éxito las técnicas de Control en una intervención. Es necesario que desde un primer momento podamos disponer del máximo de información. No debemos dejar que nos cuenten lo que ellos quieran, si no que debemos obtener la información que nosotros necesitamos.
Y la información que necesitamos, será la definida por los siguientes elementos:
■ Tipo de incidente: Incendio, fuga, derrame, accidente, etc.
■ Amenazas: Localizar cual es la amenaza, llamas, humo, nube tóxica, líquido corrosivo, contaminación, etc.
■ Extensión: Hay que tener en consideración el tamaño, velocidad de propagación, dirección, etc. teniendo en cuenta que los incidentes pueden clasificarse en estáticos y dinámicos.
- Estático, está limitado y sin peligro de propagación, como un vehículo, un contenedor, etc.
- Dinámico, en este caso existe una evolución o propagación del incidente. Esta propagación podrá ser lineal o exponencial como en el caso de un incendio forestal o una explosión.
■ Entorno:
- Vías de acceso y posibilidades de evacuación.
- Condiciones climatológicas, niebla, lluvia, nieve, sol, bajas temperaturas,...
- Orografía del terreno, pendientes, etc.
- Alcantarillas, cauces de ríos, torrentes, etc.
■ Personas implicadas:
- Directamente afectadas y necesitan ayuda para poder salir.
- Amenazadas indirectamente, pueden salir por sus medios o quedarse confinadas.
- No amenazadas pero que pueden serlo según la evolución del incidente.
■ Recursos:
- Efectivos en el lugar y en camino.
- Resistencia y posibilidades del grupo.
- Instalaciones contra incendios en el lugar: Columnas secas, BIES, hidrantes, etc.
- Plan de Emergencia y equipo de primera intervención en el edificio o la zona.
■ Reconocimiento del siniestro: Realizar un reconocimiento periférico de la zona del siniestro, para detectar otros accesos, posibilidad de otro ataque, etc.
2. EVALUACIÓN
La información que hemos obtenido será determinante para poder evaluar la magnitud del incidente y la respuesta que podemos dar estableciendo prioridades.
Los criterios a seguir para esta evaluación son:
■ Medidas inmediatas que hay que realizar y pueden ser determinantes, por ejemplo salvar personas atrapadas en un incendio, cerrar el suministro del gas, etc.
■ Factores del lugar del siniestro, que pueden dificultar o favorecer la intervención, por ejemplo: El incendio está en un piso muy alto donde no tenemos acceso con las auto-escaleras, no hay acceso para los vehículos de emergencia, etc.
■ Problemas y peligros que pueden existir en la intervención: Colapso del edificio, explosión, posibilidad de BLEVE, contaminación, radiación, etc. No sólo hay que evaluar la situación actual, sino que también deben preverse con anticipación la posible evolución o extensión de los riesgos.
■ Objetivos a cumplir: Rescatar a las personas, extinguir el incendio, taponar la fuga, etc.
■ Métodos y técnicas a emplear para poder cumplir los objetivos.
■ Qué otros Servicios deben movilizarse: Además de los Bomberos, Policía, servicios de asistencia sanitaria, necesidades de soporte técnico, etc.
3-4. DEFINIR E IMPLANTAR UN PLAN DE ACTUACIÓN
Con la información que hemos obtenido y la evaluación de la situación debemos tomar una decisión y establecer un Plan de Actuación:
■ Hay que determinar las acciones a realizar con prioridad, salvamento, extinción, evacuación, etc.
■ Qué método utilizaremos en la actuación que podrá ser Ofensiva o Defensiva.
- Ofensiva, se ataca directamente el incidente.
- Defensiva, se limita la progresión del incidente y se protege a terceros.
Según las características del incidente nos podremos encontrar con diferentes tipos de actuación:
■ Un incidente pequeño con recursos suficientes (actuación Ofensiva): Incendio de un contenedor, la campana de una concina doméstica, etc.
■ Un incidente limitado con recursos pequeños: Si está ardiendo por ejemplo una habitación en una planta baja y solo disponemos de un vehículo, podemos escoger entre atacar directamente el fuego (Ofensiva) o evitar la progresión, proteger a terceros y esperar refuerzos (Defensiva).
■ Un incidente grande con inferioridad de recursos (exige una actuación Defensiva): Por ejemplo una nave industrial incendiada totalmente. En este caso hay que ubicar los medios de que se disponen del mejor modo posible, para evitar la propagación y daños a terceros.
■ Un incidente limitado pero con los medios justos o con ligera inferioridad (Hay que elegir entre Ofensiva o Defensiva): Este tipo de actuación requerirá un elevado nivel de mando y control. Si tenemos un incendio en un piso donde es necesario realizar dos líneas de mangueras, una por el interior y otra por el exterior y hay que realizar el salvamento de personas que están atrapadas por el humo en los pisos superiores, es necesario ordenar las acciones a realizar con una secuencia lógica y ordenada para que se realicen con prioridad las más urgentes, y que no cunda el caos o el pánico.
■ Se debe establecer el Nivel de Protección del personal que interviene.
■ Determinar las zonas de actuación:
- Zona de intervención
- Zona de socorro (servicios sanitarios)
- Zona base (ubicación de medios de apoyo)
6. RESCATES Y SALVAMENTOS DE BOMBEROS
"El salvamento de vidas es el primer deber del Bombero"
Por ello, una de las primeras actuaciones cuando se llega a un siniestro será localizar a las posibles víctimas y proceder a una primera observación y atención. En función de los resultados, se avisará a los servicios médicos o se organizará su traslado urgente a un centro sanitario en condiciones adecuadas.
Se considera que el salvamento sería la única razón aceptable por la que el Bombero puede afrontar un riesgo que, en otro caso, sería innecesario, aunque no debe exponerse más que cuando tenga plena seguridad de que podrá realizarlo para no convertirse él mismo en una víctima.
Se debe distinguir entre salvamento y rescate, entendiéndose como:
- Salvamento la puesta en seguro de las personas que ya estuvieran directamente afectadas por las consecuencias del siniestro (humo, llamas, etc.)
- Rescate, la evacuación a lugar seguro de las personas y bienes que podrían ser afectadas por el siniestro si permanecen en el lugar (plantas colindantes, pisos superiores e inferiores, etc.).
Cuando es posible llegar junto a las personas en peligro, se les debe ayudar dándoles ánimos y sosteniéndolas si fuera preciso. Si no se prestan a colaborar porque están presas del pánico, hay que transportarlas de buen grado o a la fuerza.
Es básico hablar y comunicarse con cada accidentado atrapado, saber que información darle y cómo. No se debe olvidar que el primer objetivo del bombero es salvar la vida y al hablar de vida hablamos de personas.
Cuando exista un riesgo de explosión, inundación, etc., que pueda afectar al entorno, se actuará primero sobre las personas, avisando a los amenazados por megafonía (a los más cercanos) o a través de los medios de comunicación (si el área afectada es extensa). Estos avisos deben hacerse con extremo cuidado para no provocar situaciones de pánico colectivo.
Una vez asegurada la evacuación de las personas, se intentará hacer lo mismo con los bienes más valiosos.
7. ORGANIZACION DE LAS OPERACIONES DE BOMBEROS
“Actuar de prisa, pero sin precipitación”
Del dicho “despacio, que tengo prisa” se desprende un principio de indudable aplicación en la participación de los Bomberos: “Actuar de prisa, pero sin precipitación”, principio que es fundamental aplicar a la llegada a cualquier siniestro.
La estrategia, táctica y procesos operativos a realizar se decidirán prácticamente a la llegada y serán confirmados y ordenados una vez efectuada la inspección y valoración de la situación.
Todas las operaciones van encaminadas a:
- Salvamento de vidas.
- Salvamento de bienes (eliminación de las causas origen del siniestro, reducción de daños o pérdidas, recuperación de la normalidad).
Establecimiento del Puesto de Mando.
El mando de la intervención debe estar situado en el lugar que le permita una mayor visión del conjunto de la intervención.
Un mando responsable de la intervención junto al bombero que está en punta de lanza, difícilmente podrá darse cuenta si el fuego se extiende, se han alimentado los vehículos, si hay que hacer otra instalación de mangueras, obtener más información, etc.
Como principio de actuación el mando una vez dadas las órdenes (implantado el Plan de Actuación), debe dar un paso atrás.
Previamente a lo que sería el propio ataque al siniestro, habría que tener en cuenta la necesidad de ubicar el Puesto de Mando Operativo, de acuerdo con los responsables de los distintos servicios allí presentes, hasta que la autoridad competente asuma el mando de la operación.
Este Puesto de Mando estará a cargo del Mando superior en el siniestro y se ubicará en función del tipo de éste, procurando para ello buscar un lugar en el que se tenga una visión de conjunto del siniestro y de su desarrollo. Por ejemplo, en incendios urbanos frente a la fachada principal del lugar afectado y a una distancia prudente que no pueda ser alcanzada por los efectos del propio siniestro.
El Jefe de Dotación al mando del siniestro, deberá administrar el material y personal, o sea los medios de que dispone, de forma que se obtenga el máximo provecho enfocado a la consecución de los objetivos antes descritos.
Debe existir siempre un único mando en el siniestro. En situaciones complejas, el mando se irá transfiriendo en función de la llegada de personal de rango superior.
El Jefe o mando, podrá asignar niveles de mando intermedio que serán responsables ante él de los sectores o tareas que tengan encomendadas.
Petición de medios y de apoyo logístico.
Durante todo el proceso, la toma de decisiones por parte del mando tiene que ser muy dinámica, realizando en todo momento una evaluación de los resultados en función de las actuaciones desarrolladas y comprobando si la situación siniestral evoluciona, aumentando, estabilizándose o disminuyendo, o cambiando a otra clase de siniestro con su correspondiente nivel de gravedad, modificando con ello las decisiones de acciones y operaciones a realizar.
En todo momento, y de acuerdo con esta constante revisión de los resultados, se irán ajustando los medios a la magnitud puntual del siniestro, retirando elementos que no sean necesarios y solicitando aquellos que hagan falta.
Así mismo, se recabarán a través de la Central, las ayudas de Agentes de la Autoridad o Servicios cuya presencia podría ser necesaria (Protección Civil, Ambulancias, Médicos,...).
Cerramiento de la zona de intervención.
Se delimitará, en primer lugar, la zona de intervención y el entorno que deba protegerse de cualquier tipo de riesgo y se procederá a la señalización de todo su perímetro mediante cinta, vallas, etc.
Se solicitará de la Policía o Guardia Civil que procure mantener vigilada esta señalización para evitar que pueda ser traspasada por personas no autorizadas por los Bomberos .
Además, corresponde a estos Servicios las actuaciones necesarias para:
- Corte y desvío del tráfico de vehículos que pueda ser necesario.
- Establecer pasillos de acceso rápido por donde puedan entrar o salir con seguridad. Deben mantenerse expeditos en todo momento.
- Mantenimiento del orden y de la seguridad en el interior de la zona señalizada (incluyendo el control necesario para evitar robos por supuestos “colaboradores” o por curiosos que se intentará aprovechar de la confusión).
Si aparecen representantes de los medios de comunicación, se les debe remitir al Mando de las operaciones, ya que es quien tiene una visión conjunta, mientras que todos los demás intervinientes sólo tendrán una visión parcial de la situación. Hay que tener presente que, si por un lado favorecerán una información correcta a la población evitando rumores infundados y transmitiendo mensajes urgentes si fuera necesario, por otro, pueden provocar una alarma colectiva que puede ser más peligrosa que el mismo siniestro y pueden correr riesgos o estorbar las operaciones si se sitúan en lugares inadecuados.
Implantar el Plan de Actuación.
Con la información obtenida en la fase de inspección y evaluación, se han tomado unas decisiones y elaborado un plan de actuación.
El Jefe de la salida sabe lo que quiere hacer y cómo, pero si las órdenes no son claras y bien transmitidas, la aplicación del Plan de actuación puede ser una utopía.
■Informar del plan de actuación: los objetivos tienen que ser claros y asegurarnos que son comprendidos.
■ Ordenar maniobras tipo, si existen. En las maniobras tipo cada Bombero tiene establecidas de antemano sus funciones. La ventaja de las maniobras tipo en una intervención es la de permitir al mando pensar cual será la segunda maniobra a realizar.
■ Delegación de funciones. Es importante saber delegar funciones. Según el tipo de incidente se podrá delegar por zonas de actuación (delante, lateral, arriba, etc.).
■ Señalización de las zonas. Deben quedar claras cuales son las zonas de riesgo, las de intervención y las de seguridad.
■ Solicitud de refuerzos: Después de la inspección y evaluación del siniestro, y si fuese necesario según sus resultados, se solicitará de la Central, la movilización y envío de medios adicionales. Habrá que tener en cuenta, para ello, factores como la disponibilidad, las distancias y tiempo de traslado al lugar del siniestro, etc. En el lugar del siniestro se preverá un área de base a la que deberán dirigirse los medios solicitados a su llegada.
En todo momento se tendrán en cuenta las consecuencias que pueda originar tanto el propio siniestro como los trabajos realizados para su eliminación, para las personas, bienes o entorno.
Por ejemplo, en un incendio el humo origina un peligro para los pisos superiores, mientras que el agua de extinción puede ser perjudicial para el piso siniestrado y los inferiores.
Nunca se debe intervenir “a ciegas”, ni intentar hacerlo en situaciones para lo que no se está preparado o para la que no se tienen los medios de protección precisos. Se dará toda la información necesaria y lo antes posible a la Central, para la posible corrección en la toma de decisiones.
Seguridad personal.
Para el trabajo de Bombero, es vital mantener una buena condición física y controlar el exceso de peso. Un buen entrenamiento permite reaccionar mejor ante determinadas situaciones extremas.
Esta preparación debe ser constante. Durante el turno de servicio en el Parque es imprescindible no tomar alcohol, y es aconsejable no ingerir comidas copiosas o con exceso de grasas ya que la dificultad para hacer la digestión provoca una disminución de riego sanguíneo a nivel cerebral, lo que implica una notable disminución del nivel de reacción o de alerta.
Además del estado físico hay otras variables que pueden afectar la respuesta del Bombero durante la intervención como son:
- La confianza, que se adquiere mediante la formación técnica y un entrenamiento constante basado en la repetición de acciones y en el desarrollo de la propia habilidad.
- La formación psicológica y el autocontrol: La técnica es necesaria en nuestro trabajo, pero también grandes dosis de humanidad y de relaciones humanas y de saber estar allí donde nadie querría estar.
8. FINAL DE LAS OPERACIONES DE BOMBEROS
■ Inspección de daños:
Una vez las circunstancias del siniestro hayan disminuido apreciablemente, o sea, una vez terminado prácticamente este, se efectuará una valoración de daños y pérdidas, tanto de vidas como de bienes, informando de la situación a la Central y procediendo, si es posible y con los medios de que se disponga, a una primera corrección urgente.
■ Operaciones de rehabilitación:
Los Bomberos podrán colaborar en ello con los medios especiales de que disponen, en tareas muy específicas como:
- Limpieza con agua de alta presión de maquinarias, instalaciones,...
- Apilado de materiales para dejar paso al área siniestrada.
- Achiques de agua de extinción o roturas de canalizaciones.
- Descontaminación del entorno. Etc.
■ Toma de datos:
Deberán recabarse la totalidad o la mayor cantidad posible de datos a fin de poder rellenar luego el Parte de Intervención, que es importantísimo ya que, además de que siempre permitirá deducir cantidad de datos estadísticos que pueden ser una gran ayuda a nuestra tarea, puede haber ocasiones en las que tendrá que ser presentado ante los Tribunales de Justicia, investigadores de la Policía, Compañías de Seguros, etc.
Un buen Parte de Intervención presentado ante cualquiera de esas entidades, dignifica y tecnifica nuestra profesión.
■ Recogida del material:
Una vez finalizadas todas las operaciones, se procederá a la recogida y recuento de todo el material utilizado.
Si, por necesidades de utilización, se ha de quedar algún material en el lugar del siniestro, se darán las instrucciones oportunas para su retorno lo antes posible al parque de origen, procurando para ello llevar el material marcado y haciéndolo constar en el parte de novedades.
■ Organización de un retén de vigilancia:
Habrá situaciones especiales que requieran, una vez finalizado el siniestro, la conformación de retenes fijos de vigilancia en el lugar, en previsión de posibles cambios que pudieran originarse para poder resolver emergencias que se pudieran producir o alertar de nuevo a los equipos de intervención.
Estos retenes inspeccionarán de forma periódica y metódica la zona afectada para poder detectar cualquier reiniciación del siniestro y poder actuar inmediatamente. Así mismo, deberemos cerciorarnos de quien y qué entidad queda al cargo de la situación y del local.
En general, serán las Fuerzas de Seguridad quienes deberán mantener la vigilancia en la zona, manteniendo las restricciones de circulación a los vehículos hasta que terminen de actuar todos los servicios de emergencia y limpieza.
Una vez finalizado todo, se dará informe a la Central de la situación final y del regreso al Parque de actuación, en situación de disponibilidad o no.
9. REGRESO AL PARQUE DE BOMBEROS
Como se ha dicho, una vez recogido todo el material y habiendo informado a la Central, se procederá a regresar al Parque por el camino más corto posible, repostando agua o combustible en su caso.
En el trayecto de regreso se utilizarán las señales de prioridad ópticas (y acústicas en cuanto sea necesario) para tardar lo menos posible.
Nada más llegar al Parque, se procederá al repostaje de agua y combustible, si es necesario y no se ha hecho antes, pasando inmediatamente a la limpieza de todo el material que se haya utilizado y reponiendo o reparando todos los elementos que lo precisen.
Todas las reposiciones deberán ser correspondientemente anotadas en los impresos que se dispongan para ello (o al menos en el Libro de Incidencias) y se notificarán en la forma establecida para el mantenimiento de los stocks mínimos.
Una vez el personal aseado y en condiciones de actuación, se redactará el correspondiente Parte de Intervención, basado en los datos recabados y anotados en el lugar del siniestro.
Si es necesario, se realizará informe adicional para el esclarecimiento de aquello que lo requiera.
Finalmente, es importante que todos los que han intervenido participen activamente en un “brieffing” o análisis de la actuación. Se trata de reunir al personal para debatir y analizar la actuación realizada, analizando los problemas encontrados, otras posibilidades de actuación, etc., sin buscar en ningún momento culpables de nada, sino al objeto de sacar conclusiones positivas de la experiencia que se ha pasado a fin de mejorar las futuras intervenciones y la cohesión del grupo.
Se analizará cada uno de los pasos y el conjunto de toda la operación, sin ocultar nada, viendo especialmente los fallos cometidos, deficiencias o incidentes a efecto de poder corregirlos, proponiendo las medidas correctoras a que hubiere lugar.
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