Cap11 LOS EXTINTORES EN EQUIPOS DE EXTINCION


Temario de oposiciones de bomberos Canarias

Los extintores en los equipos de extinción

Equipos de extinción de bomberos


5. LOS EXTINTORES EN LA EXTINCIÓN DE INCENDIOS


5.1. DEFINICIÓN


"Un extintor es un aparato que permite proyectar bajo el efecto de una presión interna y dirigir un agente extintor sobre un foco de incendio."

Dicha presión puede ser suministrada por una compresión previa, una reacción química, la liberación de un gas auxiliar o también por medio de la maniobra de una moto-bomba.


5.2. CLASIFICACIÓN

Los extintores se clasifican y designan en función de:

a) Agua, Espuma, Polvo, Anhídrido Carbónico y Hidrocarburos halogenados. 

b) Su masa y su equipo:

  • Portátil.- masa en movimiento inferior a 16kg.
  • Transportable.- masa comprendida entre 16 y 26 kg.
  • Sobre ruedas.- ya sea de tracción a brazo, remolcable, o de tracción a brazo y remolcable al mismo tiempo.

c) Su poder extintor:  El poder extintor se calcula siguiendo un criterio convencional, cuyos valores están escalonados y que pueden ser utilizados para cualquier tipo de extintor.

d) Su alcance medio, que suele ser muy variable.

e) Su duración total de funcionamiento. 

La duración mínima de funcionamiento de los extintores es de:

  • 6 segundos, para los aparatos cuyo agente extintor tiene una masa inferior o igual a 3 kg.
  • 9 segundos, para los aparatos cuyo agente extintor tiene una masa superior a los 3 kg., e inferior a 6 Kg.
  • 12 segundos, para los aparatos cuyo agente extintor tiene una masa superior o igual a 6 kg.

5.3. TIPOS DE EXTINTORES


a) EXTINTORES DE AGUA:

Chorro pleno: Estos aparatos proyectan agua o una solución acuosa bajo forma de chorro de agua gracias a la presión producida por la liberación de un gas auxiliar (por lo general C2).

Pulverizada: Aparte de la alcachofa de salida, estos aparatos son idénticos a los aparatos de chorro pleno. La presión permanente de ciertos aparatos, con líquido ignífugo o no, se obtiene por una saturación de líquido en gas carbónico.

Con sustancia humectante: Estos aparatos proyectan bajo forma de chorro pleno y gracias a la presión producida por la liberación de un gas auxiliar, agua a la que se ha adicionado un producto tensioactivo que aumenta el poder extintor.


b) EXTINTORES DE POLVO

Polvo químico seco:

El polvo químico seco de los extintores, es bicarbonato sódico mezclado con un agente que impide la absorción de humedad, que tiene por misión evitar que el polvo se apelmace y obture los conductos de las mangueras.

Este producto tiene las siguientes propiedades:

  • Es hidrófugo, (repele el agua).
  • Es inocuo, tanto para los seres humanos como para los animales.
  • No es abrasivo, (no perjudica ni a máquinas ni a motores, aunque estén en marcha).
  • No es corrosivo.
  • No es conductor de la electricidad, puede ser utilizado en instalaciones eléctricas, de hasta 1.000 V.
  • Es capaz de soportar altas y bajas temperaturas. 
  • El efecto del polvo seco utilizado como agente extintor, es triple. 


  • Primero, al ser lanzado produce una fuerte corriente de partículas, sólidas, que dirigen la llama en dirección contraria al que lo utiliza, a la vez que protegen al personal de las radiaciones del calor.

  • Segundo, el nitrógeno (N2) y el anhídrido carbónico (CO2), que forman la nube de polvo, apagan la llama por sofocación.

  • Tercero, al contacto con las llamas el bicarbonato sódico se descompone, y como consecuencia, se produce el enfriamiento de la atmósfera de la zona encendida. El polvo se deposita sobre la materia en combustión, formando una capa, más o menos gruesa, que recubre la superficie y, por tanto, la aísla del aire, apagando la llama por sofocación. Polvo antibrasa, ó ABC.

Además del polvo químico seco, cuyas características y aplicaciones hemos señalado anteriormente, existe el tipo llamado "Antibrasa" cuya aplicación es la de fuegos de la clase A, especialmente para aquellos que dejan brasas o rescoldos.

Este polvo se compone de mezclas de sales metálicas, en su mayoría fosfatos alcalinos y sales amónicas. Por efecto del calor, las sales amónicas se descomponen, desprendiendo amoníaco, que dilata los poros de los cuerpos sólidos dejando escapar el oxígeno que éstos tienen retenido.

Las otras sales forman una costra de ácido metafosfórico (muy estable con el calor) sobre el producto en combustión, impidiendo la llegada de aire hasta él. Los otros efectos que producen este polvo son los mismos que hemos indicado para el polvo químico seco (bicarbonato sódico).

Aunque el polvo antibrasa tiene su aplicación específica en el fuego de la clase A, también resulta útil en los de las clases B, C, y E, hasta 6.000 voltios. Instrucciones de manejo y recarga de los Extintores de polvo.

El polvo químico, es por sus características un excelente agente extintor para combatir fuegos de gases licuados, líquidos combustibles e incluso incendios de origen eléctrico.

Su manejo es sumamente sencillo. Está equipado con una manguera lo suficientemente larga para permitir a la persona que lo utiliza, gran facilidad de movimientos. El aparato descansa en una sola mano, utilizándose la otra para accionar la pistola de plástico. El cuerpo del extintor, lleva adosado una botella de anhídrido carbónico (CO2) a presión, que actúa como gas impulsor. Esta botella posee una válvula de volante que, accionándola, permitirá el paso del CO2 al calderín donde están almacenados 12 Kg. de polvo.

La manguera está comunicada, por uno de sus extremos, con el fondo del depósito del polvo y por otro acoplada a la pistola de plástico. En la parte superior del calderín, está montada una válvula de seguridad que funciona automáticamente, evitándose así cualquier peligro derivado por una carga excesiva o incorrecta. Este extintor va montado sobre un soporte mural o bien sobre un soporte especial para camión. Deberá procurarse que el emplazamiento de estos extintores sea siempre visible y de fácil acceso de aquellos puntos que ofrezcan peligrosidad, y a una altura aproximada de 120 cm.


Para utilizarse correctamente el extintor deberán seguirse las siguientes instrucciones:
      1. Tomar el extintor de emplazamiento y desplazarlo hasta el lugar del fuego.
      2. Quitar los precintos de la manguera y botellín CO2.
      3. Abrir la válvula del botellín CO2 girando su volante hacia la izquierda.
      4. Tomar el extintor con la mano izquierda y la pistola con la derecha.
      5. Atacar el fuego en su base siempre lo más próximo que sea posible lanzando el chorro de forma intermitente, lo que permitirá combatir a impactos, los rincones ocultos con la máxima economía de polvo.
      6. Después de utilizado el extintor, aprovéchese el resto de gas para limpiar la manguera. Para ello invertir el extintor y accionar la pistola para que salga el gas y el polvo que había en la manguera.
      7. A continuación entregar el extintor en el taller de Planta, con el fin de que sea recargado por el personal especializado, siguiendo los siguientes pasos:
          1. Después de haber sido utilizado, aprovechar restos de presión para limpiar la manguera.
          2. Destornillar la tapa del extintor.
          3. Aflojar la tuerca de acoplamiento de la manguera con el tubo de sifón y retirar la junta de fibra así como el filtro (si lo lleva) o los restos de la membrana de plomo que está dentro del racor.
          4. Desenroscar la tuerca de conexión entre la botella de gas CO2 y el depósito de polvo y quitar el botellín, teniendo precaución de no perder las juntas.
          5. Vaciar el resto de polvo que queda en el depósito y proceder a la limpieza interior de la manguera, soplando con aire a presión, mientras se mantiene la pistola en posición de abierta.
          6. Colocar en el racor del tubo sifón una nueva lámina de plomo, poniendo la cara de color hacia abajo y colocando sobre la misma, la junta de fibra. Después acoplar la manguera al racor. Colocar la manguera y su pistola en sus correspondientes soportes, acoplada al cuerpo del extintor.
          7. Atornillar al racor del botellín una nueva carga de CO2, procurando no olvidar la junta de fibra y el anillo de goma, alrededor de la botella. La misión de este anillo de goma es la de proteger al botellón contra las vibraciones. Colocar la chapa protectora.
          8. Cargar el depósito del extintor con 12 kg. de polvo seco, procurando que éste no contenga grumos.
          9. Atornillar la tapa de la boca de carga.

  • Proceder a precintar:

      1. La tapa de boca de carga.
      2. El volante del botellón CO2.
      3. La chapa protectora del volante del botellín CO2.
      4. Colocar el extintor en su soporte correspondiente.
      5. Por último, hemos de indicar que la carga correcta del botellín CO2 es de 300 grs. como máximo y 270 grs., como mínimo.


c) EXTINTORES DE ANHIDRIDO CARBONICO (CO2).

El anhídrido carbónico es un gas inerte, incoloro, inodoro y más pesado que el aire y cuya fórmula es CO2.

Se le llama también nieve carbónica.

No es conductor de la electricidad, por lo que resulta especialmente indicado para fuegos de la "clase E" o eléctricos. Además, por ser un gas de propiedades inertes, no perjudica a las maquinarias por muy delicadas que estas sean, por lo que puede utilizarse para extinguir fuegos donde existe equipo electrónico.

El anhídrido carbónico se envasa y transporta en botellas de acero, que son probadas hidráulicamente a una presión de 250 kg/cm2.

Para evitar el riesgo de explosión en el caso de sobrepresiones, todas las botellas de anhídrido carbónico están dotadas de válvulas de seguridad.

El llenado de estos recipientes deberá ser, como máximo, de 0'7 kg., por litro de capacidad, con anhídrido carbónico líquido, dejando una cámara de gas que compense las dilataciones y contracciones del líquido en el caso de variar la temperatura. La operación de llenado de las botellas de anhídrido carbónico se realizará, por peso. Las capacidades más usuales de los extintores de anhídrido carbónico de tipo manual, están comprendidas entre dos o cinco kgs., según marcas y modelos.

Llevan en su parte superior una válvula de cierre que comunica, bien directamente o por medio de una manguera, con una boquilla difusora, cuya misión es la de dirigir el chorro de anhídrido carbónico en la dirección deseada, impidiendo al mismo tiempo, gracias a su diseño especial, la entrada de aire dentro del chorro de gas.

Gracias a la mayor densidad del anhídrido carbónico con respecto al aire, al atacar un incendio con este gas se forma una capa del mismo sobre el material que se encuentra en combustión, sofocando el incendio. El anhídrido carbónico no es tóxico, pero cuando se alcanzan elevadas concentraciones de él en el aire, la cantidad de oxígeno queda disminuida pudiendo llegar a ser insuficiente para la respiración.

Es necesario tener en cuenta esta circunstancia a la hora de extinguir un incendio con este gas, especialmente en locales cerrados, ya que en el caso de ser precisa la permanencia de un hombre en esta atmósfera, habrá que prever un sistema de respiración, bien con el equipo autónomo o con inyección de aire fresco.

Cuando se utiliza anhídrido carbónico en la extinción de un incendio se deberá prever, simultáneamente, algún sistema de enfriamiento evitando, mientras esto no se consigue, el que pueda entrar aire y se reavive la combustión.

Por estar el gas a presión, se encuentra líquido y al vaporizarse cuando sale al exterior alcanza temperaturas de 30-40° C. bajo cero por lo que no se puede tocar las boquillas de salida para evitar las quemaduras.

Todos los extintores de este tipo llevan unos mangos de goma o madera para evitar este enfriamiento.

Además, al salir las partículas por la trompeta provoca una electricidad estática debida al roce, y es aconsejable una vez descargado tocar con la boquilla alguna parte metálica para evitar accidentes posteriores.

d) EXTINTORES DE ESPUMA.

Este tipo de producto extintor se produce al mezclar en el interior del extintor un ácido y una base.

La espuma se obtiene al entrar en reacción estos dos cuerpos, y es proyectada al exterior por la presión de los gases desprendidos. 10 litros de esta solución pueden producir 100 de espuma, la cual actúa sofocando el incendio por impedir la entrada de aire.

Existe un tipo de espuma llamada física, que es producida por la emulsión de un detergente en agua por efecto de una gran velocidad de salida de ésta. Existen espumas especiales de gran duración que se emplean en casos particulares.

e) EXTINTORES CON HIDROCARBUROS HALÓGENOS.

Estos extintores son de gran eficacia, pero desprenden gases tóxicos, que en atmósferas enrarecidas o con poca ventilación pueden resultar peligrosos para personas y animales.


5.4. ENTRENAMIENTO Y VERIFICACIÓN DE LOS EXTINTORES

El entrenamiento y verificación de los extintores deben dan lugar a las siguientes operaciones:

- Cada tres meses, el personal del establecimiento verifica que los aparatos estén en el lugar previsto, perfectamente accesibles y en buen estado exterior, que las inscripciones sean visibles, la ficha de control en buen estado y el precinto de seguridad intacto.

- Cada seis meses, el personal del establecimiento procede a las operaciones de entretenimiento y de vigilancia previstas por las instrucciones del constructor; verifica en particular, que los aparatos que utilizan gas bajo presión y que las botellas de recambio de los agentes extintores (polvo, agua, etc.), pesen el peso mínimo previsto por las instrucciones del constructor.

- Cada año, se procede a una verificación por parte del instalador o de un verificador aceptado por la Asamblea plenaria. Después de ésta verificación se redacta un informe en un impreso de un modelo estipulado por la Asamblea plenaria, debiendo remitirse un ejemplar a la misma. 

El asegurado se compromete a efectuar en un plazo de tres meses las modificaciones y operaciones de entretenimiento necesarias para remediar los fallos apuntados en el informe de la verificación. 

Todo aparato que cuenta más de 12 años de edad debe ser sometido a la verificación del constructor (excepto los aparatos de anhídrido carbónico licuefacto que deben ser probados cada 5 años en caso de recarga). 

La prueba de las capacidades a presión permanente que constituyen la totalidad o una parte de un extintor de incendios, cuando la presión afectiva puede exceder los 4 bars y el producto de la presión efectiva mínima en servicio expresada en bars por la cabida expresada en litros supera el número de 80; debe ser renovada a instancias del propietario con ocasión de la primera carga efectuada más de 5 años después de la prueba anterior, sin que el plazo entre dos pruebas sucesivas pueda superar los 10 años.


5.5. REGLAS GENERALES PARA LA UTILIZACIÓN DE LOS EXTINTORES MOVILES

      1. Utilizar un extintor correspondiente a la clase de fuego a combatir.
      2. Conocer perfectamente, si es posible de antemano, la forma de empleo del aparato utilizado.
      3. Si esta forma de empleo no es conocida, leerla antes de utilizar el aparato.

Para atacar el fuego: 
      1. En el exterior situarse de espaldas al viento; en el interior en el sentido de tiro.
      2. Diríjase el chorro hacia la base de las llamas, y barrer lentamente para alcanzar toda la superficie inflamada.
      3. Atacar el fuego desde el límite de alcance del aparato y después acercarse.
      4. Evitar que actúe sobre el líquido inflamable una presión demasiado fuerte que correría el riesgo de agrandar la superficie peligrosa y de provocar la proyección de materias inflamadas. Después de la utilización de extintores con halogenados, es indispensable una ventilación enérgica y prolongada de las partes bajas de los locales afectados.
      5. Un extintor que haya sido usado, aún cuando lo haya sido por poco tiempo, debe obligatoriamente ser recargado antes de que se le pueda considerar nuevamente utilizable.
      6. La Asamblea plenaria de las Compañías de Seguros contra incendios han publicado las reglas para la instalación de extintores móviles.

Entre ellas se encuentran en particular las siguientes prescripciones:

Todos los extintores deben ser de un tipo aceptado por el A.P.S.A.I. - Es importante que los aparatos estén situados cerca de las puertas, en la inmediata proximidad de los puntos en los que un conato de incendio es más de temer y que el personal que pueda utilizarlos esté perfectamente al corriente de su existencia y de las maniobras que deben hacerse.

Los aparatos deben estar situados de forma que se disponga de un mínimo de 18 litros de producto extintor por 500 m2.; o fracción de superficie y, en los talleres, de un aparato, como mínimo para 100 m2., o fracción de superficie.

La base del aparato estará como máximo a 1,20 m. del nivel del suelo.

Cualquiera que sea la superficie de las plantas y/o de los distintos locales, almacenes, depósitos o talleres debe haber como mínimo dos extintores de capacidad inferior a 10 litros por planta y/o por taller, almacén o depósito.

Mantener el acceso a los extintores continuamente despejados.

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